Con mucho AR-T: Frans Hals

Frans Hals. El alegre bebedor. Rijksmuseum, Ámsterdam.

Entre los mejores retratistas del Barroco Holandés sobresale la figura de Frans Hals, rivalizando incluso con el propio Rembrandt. Hals nació en Amberes en 1580 ó 1585. Las dudas respecto a la fecha de nacimiento vienen de las fluctuaciones de edad que se apuntan en el momento de su fallecimiento: ochenta y un años según Weyermans -por lo que habría nacido en 1585- o rozando los ochenta y seis, según Van der Vinne, por lo que nacería en 1580. Era hijo del pañero Franchoys Hals, procedente de Malinas, y de Adriaentgen van Geertenrijck, originaria de Amberes. En esta misma ciudad nacerá un hermano de Frans llamado Joost que también será pintor, aunque no conocemos ninguna de sus obras. Desde 1585 Franchoys Hals y Adriaentgen van Geertenrijck no aparecen en los censos de Amberes. Posiblemente emigraron, junto a un buen puñado de ciudadanos, cuando las tropas españolas ocuparon la ciudad el 17 de agosto, buscando refugio ante las más que presumibles persecuciones religiosas. El 19 de marzo de 1591 es bautizado en Haarlem un nuevo miembro de la familia Hals, Dirck. Esta es la primera referencia a los Hals en la ciudad holandesa, en la que Frans pasará el resto de su vida. Desconocemos la fecha que inició su aprendizaje artístico, apuntándose hacia 1603, tomando como maestro a Karel van Mander, permaneciendo en su taller hasta el fallecimiento del maestro, en 1606. En 1610 aparece inscrito por vez primera como miembro de la Guilda de San Lucas de Haarlem, lo que indica que desde ese momento puede ejercer como pintor autónomo, contando unos 25 ó 30 años. Al año siguiente tenemos documentado su primer retrato conocido: Jacobus Zaffius. También en 1611, concretamente el 2 de septiembre, es bautizado Harmen, el primer hijo de su primer matrimonio. La esposa se llamaba Annetje Harmansdr. pero desconocemos la fecha en la que se celebró la boda. Annetje falleció en junio de 1615 tras dar a luz a un segundo hijo que morirá al año siguiente. En 1616 Hals realiza el primero de sus retratos de grupo, el Banquete de los oficiales de la Guardia Cívica de San Jorge, saliendo sus clientes muy satisfechos del resultado. El 6 de agosto de este año Hals aparece mencionado en Amberes; tiene problemas con la justicia ya que no había pagado algunos cuadros que había comprado, lo que hace pensar a los especialistas que se dedicaba al comercio de obras de arte, al igual que su compatriota Jan Vermeer de Delft. La permanencia en Amberes se prolonga hasta el 15 de noviembre, tomando contacto posiblemente con Rubens, uno de sus pintores favoritos, aunque no exista documentación que acredite este encuentro. De regreso a Haarlem, Hals se inscribe como miembro de una cámara de retóricos, De Wijngaertranken, una de las tres sociedades existentes en Haarlem, cuyos miembros se dedicaban a componer poesías, organizar recitales y debates literarios, permaneciendo en su seno hasta 1625. También en 1616 es la primera mención como moroso de Hals, en este caso con la mujer que atendía a los dos pequeños, quien solicitaba el salario debido. El 12 de febrero de 1617 Frans vuelve a contraer matrimonio en el pueblecito de Spaarndam, en las cercanías de Haarlem. Su nueva esposa se llama Lysbeth Reyniers, miembro de una modesta familia, constando que era analfabeta. Sobrevivirá a su esposo y tendrá una amplia prole, no menos de ocho hijos, de los cuales no conocemos las fechas exactas de nacimiento pero sí sus nombres: Frans, Jan, Adriaentgen, Jacobus, Reyner, Nicolaes, Maria y Pieter, este último deficiente que percibiría anualmente 50 florines del hospicio de Santa Isabel si abandona la ciudad debido a su peligroso carácter. Cuatro de ellos continuaran la carrera pictórica iniciada por su padre. Desde 1622 Hals forma parte, como guardia, de la milicia cívica de San Jorge, a cuyos oficiales retrata de nuevo cinco años más tarde, la misma fecha que realiza el retrato colectivo de la milicia de San Adrián. En 1629 se pagan a Hals los trabajos de limpieza de las obras de la Confraternidad de San Juan en Haarlem, tratándose posiblemente de la restauración de las pinturas realizadas por Geertgen tot Sint Jans, lo que indica que aumenta de esta forma sus emolumentos para alimentar a su amplia prole. A pesar de la fama que alcanzará como retratista desde 1630, posando para él lo más granado de la sociedad de Haarlem y sus alrededores, en 1635 se declara insolvente para pagar la cuota anual de la Guilda de San Lucas, lo que indica que sus problemas financieros están a punto de iniciarse. Hals tiene un activo taller en la Grote Heiligland, cerca del Oudemannehuis, el hospicio de ancianos que actualmente es la sede del Frans Hals Museum. En los primeros meses de 1636 es citado legalmente para regresar a Amsterdam con el objetivo de finalizar la tela de la Compañía del capitán Reynier Reael; cuando recibe la citación tiene la pierna hinchada y responde que el acuerdo inicial hace referencia a que la obra se finalizará en Haarlem, no en Amsterdam, argumentando además que su estado de salud le impide moverse. Se ignora cómo finalizó la querella, aunque es cierto que la obra la concluyó Peter Codde. Los problemas con las deudas empiezan a aparecer con fuerza en la casa de los Hals, unidas a la disminución de encargos que llegan al artista, especialmente a partir de 1640. La explicación a este descenso en la elaboración de retratos debemos buscarla en la aparición de una nueva moda retratística entre los clientes, eligiendo artistas como Bartholomeus van der Helst, que aportan un aspecto más noble a sus modelos mientras que los trabajos de Hals se caracterizan por una rápida factura, a base de pinceladas amplias y entrecruzadas, aplicando el color directamente sobre el lienzo, sin emplear dibujos preparatorios. Esta técnica será abandonada por sus contemporáneos y recuperada en el siglo XIX por Courbet, Manet y los impresionistas. En los registros comunales de Haarlem se hace referencia a la familia Hals en 1642 en los siguiente términos: “la mujer de Frans Hals, en nombre del marido, desea que su hija mayor sea recogida en el hospicio de trabajo obligatorio (entiéndase como un correccional) de Haarlem esperando que se enmiende”. La muchacha tuvo un hijo ilegítimo de un tal Abraham Poterloo, hijo de Susanna Masse. Los jóvenes se desposarán en 1644, el año en que Hals es nombrado síndico de la Guilda de San Lucas, formando parte del cuerpo dirigente de la institución. La situación económica de los Hals es cada vez más difícil y las deudas se acumulan. Para sacar adelante a la familia Frans debe dedicarse al comercio de pinturas, ya que sus cuadros se cotizan cada vez menos y los encargos son escasos. Debido a su avanzada edad y a su pésima situación económica, la Guilda de San Lucas de Haarlem le exime de la cuota anual en 1661. Al año siguiente se le otorga un subsidio de 50 florines, así como una suma adicional de 150 florines para 1662. En 1664 le será concedido un nuevo subsidio de tres carretillas de turba para la calefacción, viendo aumentado la ayuda económica que le concede la Tesorería de la ciudad de Haarlem a 200 florines. Los nuevos clientes de Hals serán los regentes del Hospicio de Santa Isabel, realizando dos soberbios retratos colectivos lo que le permite salir temporalmente a flote, convirtiéndose en garante de su yerno Abraham Hendrickzs. Hulst por una suma de 458 florines. Sin embargo, la administración ciudadana confirma en 1666 el subsidio establecido dos años atrás, aunque el pintor apenas puede disfrutarlo ya que fallece el 29 de agosto de 1666, recibiendo días después una tumba en el coro de la iglesia de San Bavón donde puede ser enterrado. Así finaliza la vida de uno de los grandes retratistas holandeses que disfrutó de un elevado ritmo de vida durante el tiempo que recibió un buen puñado de encargos y que después tuvo que subsistir gracias a la beneficencia pública.

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