Christo Spheeris comenzó a escribir canciones con su guitarra en la adolescencia y desde entonces ha adquirido un estilo muy particular, en el que coquetea con el new age, la música folk, el pop y la música clásica.
Los aspectos folk de su música ya eran significativos cuando formaba dúo con el guitarrista Paul Voudouris en los años 70 y principios de los 80. Después de la disolución del grupo, Spheeris comenzó a crear un sonido más complejo, con una gran intervención de los teclados, lo cual quedó patente en las posteriores demos producidas por él mismo. Una de estas demos se abrió paso en el departamento A&R de la Columbia Records, con la que Spheeris firmaría un contrato en 1985. Fruto de esta relación es el lanzamiento de su primer álbum, “Desires of the Heart”, y de “Pathways to Surrender”. A continuación Spheeris se desvincularía de la compañía para crear, al principio de los 90, su propia discográfica, Essence, desde la lanzaría la mayoría de sus publicaciones en solitario así como dos nuevas colaboraciones con Paul Voudouris: “Enchantment” y “Nothing but the Truth”.
Hoy en día, consagrado y con 9 discos originales en su haber, Spheeris ha hecho un alto en su producción musical pues, como él mismo confiesa en su web, los años 2002 a 2005 representaron un punto de inflexión en su vida y, por supuesto, en su carrera, la cual se halla ahora volcada en otros intereses. Por desgracia para su seguidores, en esta nueva etapa Spheeris sólo nos ha ofrecido unas pocas curiosidades (“For what it’s worth” con Martha Redbone (2004) y “Horepse (“Dance”) (2003)) y una banda sonora, la del documental “In a Just World”. De hecho, los dos últimos discos publicados (“Essentials” y “Solo Live”) son meramente recopilatorios. Por fortuna, mientras que las musas regresan, el autor sigue compartiendo su bella y particular forma de entender la música, concierto tras concierto, a lo largo del ancho mundo…
La fusión del folclore mediterráneo, particularmente el de su Grecia natal y el de España, (Andalu, Kingdom in the Clouds) con el uso de los sintetizadores (Culture) y sus guiños a la música pop (Solitary Road) y a los sonidos más convencionales (Lovers and Friends, Walk With Me, Love & Understanding) son los grandes pilares de un complejo universo musical, casi inimitable, fácil de distinguir y, quizá por ello, difícil de etiquetar, pero siempre bendecido por el don de la belleza.