El Monumento a los Descubrimientos, destacado en la margen del río, en Belém, Lisboa fue construido en 1960 para conmemorar los 500 años de la muerte de D. Henrique el Navegante.
Fue encargado por el régimen de Salazar, tiene 52 metros de altura y celebra a los marineros, patrones reales y todos los que participaron en el desarrollo de la Era de los Descubrimientos.
El monumento tiene la forma de una carabela con el escudo de Portugal en los lados y la espada de la Dinastía de Avis sobre la entrada. D. Henrique el Navegante, se alza en la proa, con una carabela en las manos. En las dos filas descendientes de cada lado del monumento, están las estatuas de héroes portugueses fuertemente ligados a los Descubrimientos, así como famosos navegantes, cartógrafos y reyes.
A continuación, una lista de las 33 personalidades que se retratan en este monumento:
Infante Pedro de Portugal, duque de Coimbra (hijo del rey Juan I de Portugal)
Felipa de Lancaster
Fernão Mendes Pinto (escritor)
Fray Gonçalo de Carvalho
Fray Henrique Carvalho
Luís Vaz de Camões (poeta autor de Os Lusíadas)
Nuno Gonçalves (pintor)
Gomes Eanes de Zurara (cronista)
Pêro da Covilhã (viajero)
Jaume Riba (cosmógrafo)
Pedro Escobar (navegante)
Pedro Nunes (matemático)
Pêro de Alenquer (navegante)
Gil Eanes (navegante)
João Gonçalves Zarco (navegante)
Fernando, o Infante Santo (hijo del rey Juan I de Portugal)
Infante Don Henrique, el Navegante
Alfonso V de Portugal
Vasco da Gama
Afonso Gonçalves Baldaia (navegante)
Pedro Álvares Cabral (descubridor de Brasil)
Fernando de Magallanes
Nicolau Coelho (navegante)
Gaspar Corte-Real (navegante)
Martim Afonso de Sousa (navegante)
João de Barros
Esteban de Gama (capitán marítimo)
Bartolomeu Dias (descubridor del Cabo de Buena Esperanza)
Diogo Cão
António Abreu (navegante)
Afonso de Albuquerque
San Francisco Javier (misionero)
Cristóbal de Gama (capitán)
Al norte del monumento se encuentra una enorme rosa de los vientos dibujada en el suelo, fue un regalo de Sudáfrica en 1960. El mapa central, pontilhado de galeones y sirenas, muestra las rutas de los descubridores en los siglos XV y XVI. En el interior del monumento hay un ascensor que va hasta el sexto piso, y una escalera que va hacia arriba del todo, desde donde se puede observar un bello panorama de Belém y del río. El sótano se usa para exposiciones temporales.
El monumento es más interesante cuando se ve desde el oeste, al ponerse el sol.