Pedro Berruguete nació en Paredes de Nava, según sus biógrafos sobre 1450/55. No se tienen noticia de cuando ni como empezó su formación como pintor. Si se conoce que siendo muy joven marchó hacia Italia para completar su formación artística. En 1475 se le documenta trabajando en el Palacio de Urbino (Italia), para Federico de Montefletro (luz de Italia),el noble italiano que en aquella época era el mecenas mas importante del renacimiento italiano. En este palacio Pedro Berruguete intervino en las veintiocho maravillosas tablas que representaban a otros tanto “hombres ilustres” y que sirvieron para decorar el “studiolo” del palacio de Urbino.
En 1483, a la muerte de Federico de Montefeltro, Berruguete regresa a Castilla y se le documenta trabajando en la Catedral de Toledo y paulatinamente en otras zonas. Berruguete despliega su arte por toda la vasta geografía de la Castilla de la época. Mayormente sus comitentes son miembros del alto clero.
Pedro Berruguete casó en Paredes de Nava, hacia 1487, con Elvira González Serrano y tuvo seis hijos: Alonso (el gran artista del siglo XVI), Pedro, Cristina, Isabel Catalina y Elvira. Durante toda su vida Pedro Berruguete tuvo una gran vinculación con su villa natal en la que mantuvo su vivienda habitual y donde todo apunta que el artista tenía ubicado su taller artístico.
A Berruguete se le considera el introductor en Castilla del Renacimiento en la pintura, tras su contacto con la Italia artística del “quatrocentos”. No obstante, el estilo renacentista de nuestro pintor siempre llevó una serie de matices personalísimos que transportaban sus pinturas al gótico mas acendrado (lo que se dio en llamar el arte de los Reyes Católicos). Los críticos no acaban de ponerse de acuerdo en un tema harto debatido sobre si Berruguete sufrió una involución en su arte al regreso de Italia o simplemente el artista se adaptó a las tendencias artísticas de la época en Castilla, eso sí, sin perder un ápice de su genial interpretación de la pintura.
Su obra es muy extensa, y posiblemente aún queda obra por recopilar, destaca entre otras muchas obras, todas ellas de gran valor artístico: los hombres ilustres pintados en Urbino 14 de los cuales se encuentran en el Museo Nacional de Marcas de Urbino (Italia) y los 14 restantes en el Museo del Louvre de Paris (Francia); la Anunciación de la Cartuja de Miraflores (Burgos); la Decapitación del Bautista y el Bautismo de Cristo en Santa María del Campo (Burgos); San Juan de Patmos en la Capilla Real de Granada
En su Paredes natal, Pedro dejó constancia de su arte genial en el retablo mayor de la iglesia de Santa Eulalia, en cuya predela se encuentran seis retratos que representas a seis reyes de la Casa de David y que componen uno de los más bellos conjuntos de retratos de la historia del arte en España. Estos retratos recuerdan claramente al Berruguete de Urbino, pero dentro de una iconografía totalmente gótica; los fondos dorados, los ropajes… pero los rostros, las expresiones son claramente un exponente formidable de la pintura del renacimiento humanista.
Murió a finales de 1503, bien en Madrid o también pudo ser en Ávila,y en el 2003 la comunidad castellano-leonesa se apresta a homenajear a uno de los artistas mas grandes que ha dado esta tierra. Desgraciadamente, todavía su villa natal no ha rendido el reconocimiento que Pedro Berruguete se merece y es el único de la trilogía fantástica de paredeños ilustres (junto con Jorge Manrique y su hijo Alonso Berruguete), que no cuenta en Paredes de Nava con calle, casa, colegio o cualquier otra referencia.
Para más información sobre la vida y obra de Pedro Berruguete visitar la página dedicada a este artista www.pedroberruguete.com
En 1483, a la muerte de Federico de Montefeltro, Berruguete regresa a Castilla y se le documenta trabajando en la Catedral de Toledo y paulatinamente en otras zonas. Berruguete despliega su arte por toda la vasta geografía de la Castilla de la época. Mayormente sus comitentes son miembros del alto clero.
Pedro Berruguete casó en Paredes de Nava, hacia 1487, con Elvira González Serrano y tuvo seis hijos: Alonso (el gran artista del siglo XVI), Pedro, Cristina, Isabel Catalina y Elvira. Durante toda su vida Pedro Berruguete tuvo una gran vinculación con su villa natal en la que mantuvo su vivienda habitual y donde todo apunta que el artista tenía ubicado su taller artístico.
A Berruguete se le considera el introductor en Castilla del Renacimiento en la pintura, tras su contacto con la Italia artística del “quatrocentos”. No obstante, el estilo renacentista de nuestro pintor siempre llevó una serie de matices personalísimos que transportaban sus pinturas al gótico mas acendrado (lo que se dio en llamar el arte de los Reyes Católicos). Los críticos no acaban de ponerse de acuerdo en un tema harto debatido sobre si Berruguete sufrió una involución en su arte al regreso de Italia o simplemente el artista se adaptó a las tendencias artísticas de la época en Castilla, eso sí, sin perder un ápice de su genial interpretación de la pintura.
Su obra es muy extensa, y posiblemente aún queda obra por recopilar, destaca entre otras muchas obras, todas ellas de gran valor artístico: los hombres ilustres pintados en Urbino 14 de los cuales se encuentran en el Museo Nacional de Marcas de Urbino (Italia) y los 14 restantes en el Museo del Louvre de Paris (Francia); la Anunciación de la Cartuja de Miraflores (Burgos); la Decapitación del Bautista y el Bautismo de Cristo en Santa María del Campo (Burgos); San Juan de Patmos en la Capilla Real de Granada
En su Paredes natal, Pedro dejó constancia de su arte genial en el retablo mayor de la iglesia de Santa Eulalia, en cuya predela se encuentran seis retratos que representas a seis reyes de la Casa de David y que componen uno de los más bellos conjuntos de retratos de la historia del arte en España. Estos retratos recuerdan claramente al Berruguete de Urbino, pero dentro de una iconografía totalmente gótica; los fondos dorados, los ropajes… pero los rostros, las expresiones son claramente un exponente formidable de la pintura del renacimiento humanista.
Murió a finales de 1503, bien en Madrid o también pudo ser en Ávila,y en el 2003 la comunidad castellano-leonesa se apresta a homenajear a uno de los artistas mas grandes que ha dado esta tierra. Desgraciadamente, todavía su villa natal no ha rendido el reconocimiento que Pedro Berruguete se merece y es el único de la trilogía fantástica de paredeños ilustres (junto con Jorge Manrique y su hijo Alonso Berruguete), que no cuenta en Paredes de Nava con calle, casa, colegio o cualquier otra referencia.
Para más información sobre la vida y obra de Pedro Berruguete visitar la página dedicada a este artista www.pedroberruguete.com