Justus Sustermans, conocido en Italia como Giusto Sustermans (Amberes, 28 de septiembre de 1597 – Florencia, 23 de abril de 1681), fue un pintor flamenco establecido en Italia durante el Barroco, especializado en el retrato cortesano.
Formado originalmente en Amberes en la escuela de Willem de Vos (1609), sobrino del más célebre Marten de Vos. Tras una estancia en París (1616) en el estudio de Frans Pourbus el Joven, pronto marchó a Florencia (1620) para colocarse bajo el patronazgo de los Medici, donde pronto se convirtió en el pintor de cámara de los grandes duques Cosme II, Fernando II y Cosme III. En Italia pudo estudiar la obra de los grandes artistas de su época como Guercino, Diego Velázquez o Pierre Mignard. También recibió influencia de la Escuela veneciana.
Pintó una gran cantidad de retratos de la familia Medici y de su círculo más cercano, como los tres retratos de Galileo Galilei que se le atribuyen. También pintó en Mantua retratos de la familia ducal con motivo de la boda de Fernando I Gonzaga con Catalina de Medicis.
En 1625 marchó a Roma, en un viaje que sería decisivo para su formación como artista. En la ciudad del Tiber retrato al papa Urbano VIII según el cronista Filippo Baldinucci. Pudo observar las obras de Tiziano conservadas en la colección Ludovisi, copiándolas con gran dedicación. También pudo admirar el legado de los Carracci en la Galería Farnese.
El período 1630-1650 puede considerarse el de su plena madurez. Su colorido se vuelve brillante y expansivo, probablemente influido por la contemplación de la Venus de Urbino de Tiziano, que por estas fechas llegó a Florencia. Sustermans continuó viajando incansablemente por Italia durante toda su carrera, absorviendo la influencia de lo mejor del arte italiano.
Fue llamado a la corte imperial de Viena para realizar retratos del emperador Fernando II y su familia. Está documentada una estancia del artista en Génova durante 1649.
La última época de Sustermans es una etapa menos brillante. Sus obras se vuelven oscuras, con figuras que surgen a menudo de la penumbra, y su pincelada se hace más sumaria y descuidada. Sus últimos encargos son asumidos en buena parte por sus colaboradores de taller, debido al cansancio y a la ceguera que afectaron al artista en sus últimos años.
Sustermans también realizó obras de carácter histórico y mitológico. Murió en Florencia a edad avanzada, siendo reconocido como uno de los mejores retratistas de su época.
Pintó una gran cantidad de retratos de la familia Medici y de su círculo más cercano, como los tres retratos de Galileo Galilei que se le atribuyen. También pintó en Mantua retratos de la familia ducal con motivo de la boda de Fernando I Gonzaga con Catalina de Medicis.
En 1625 marchó a Roma, en un viaje que sería decisivo para su formación como artista. En la ciudad del Tiber retrato al papa Urbano VIII según el cronista Filippo Baldinucci. Pudo observar las obras de Tiziano conservadas en la colección Ludovisi, copiándolas con gran dedicación. También pudo admirar el legado de los Carracci en la Galería Farnese.
El período 1630-1650 puede considerarse el de su plena madurez. Su colorido se vuelve brillante y expansivo, probablemente influido por la contemplación de la Venus de Urbino de Tiziano, que por estas fechas llegó a Florencia. Sustermans continuó viajando incansablemente por Italia durante toda su carrera, absorviendo la influencia de lo mejor del arte italiano.
Fue llamado a la corte imperial de Viena para realizar retratos del emperador Fernando II y su familia. Está documentada una estancia del artista en Génova durante 1649.
La última época de Sustermans es una etapa menos brillante. Sus obras se vuelven oscuras, con figuras que surgen a menudo de la penumbra, y su pincelada se hace más sumaria y descuidada. Sus últimos encargos son asumidos en buena parte por sus colaboradores de taller, debido al cansancio y a la ceguera que afectaron al artista en sus últimos años.
Sustermans también realizó obras de carácter histórico y mitológico. Murió en Florencia a edad avanzada, siendo reconocido como uno de los mejores retratistas de su época.