Convento de Santa Inés, Sevilla

El convento de Santa Inés es un templo de estilo gótico-mudéjar, edificado en el siglo XIV y posteriormente reformado. Cuenta con tres naves. Destaca el retablo mayor.Fundado en 1374 por una ilustre dama sevillana llamada María Coronel cuyo nombre, muy sonado en Sevilla, siempre va vinculado a la leyenda.

Del primitivo templo que data de 1400 poco nos queda ya, pues fue reformado hacia 1630 por Francisco Herrera el Viejo quien no solo decoró el muro de separación de la Iglesia con el Coro con un inmenso escudo de la Orden flanqueado por águilas y tarjas con motivos decorativos sino que dispuso una serie de yeserías en los arranques de los arcos y en los nervios de las bóvedas siendo las más destacadas cabezas de querubines y los dos ángeles atlantes que se adosan a los pilares situados en el antepresbiterio. De mismo tiempo de esta reforma data el panel de azulejería de clavos que decora la nave de la Iglesia. El Retablo Mayor fue realizado entre 1719 y 1748 por José Fernando y Francisco José de Medillina. Consta de Banco donde se albergan las puertas de acceso a la sacristía, 1 cuerpo dividido en tres calles mediante estípites, y un ático.En la parte central del cuerpo principal se halla una buena efigie de la titular del templo: Santa Inés realizada por Francisco de Ocampo en 1630 y que proviene del antiguo retablo. En los laterales se hallan las figuras de Juan de Remesal que representan a Juan Evangelista, Juan Bautista y en el ático San Pascual Bailón y San Antonio. En los pilares del antepresbiterio se hallan sendos retablos hornacinas donde se veneran las imágenes de Santa Clara y la Inmaculada realizadas también por Juan de Remesal. En el crucero se halla entre una reja gótica el arca de las reliquias de las 11.000 vírgenes de Colonia, que según la tradición quién le reza 11.000 Padrenuestros, las almas de las vírgenes le anuncian el día de su muerte. Junto a ella, un retablo cuya distribución data del siglo XIX y en cuyo centro se halla una imagen del siglo XVIII de la Virgen del Rosario y alrededor tablas pictóricas de un artista flamenco desconocido y que representan escenas de la vida de la Virgen y en el banco a San Blas, San Pedro, la Degollación del Bautista, San Sebastián y la Misa de San Gregorio.

Ya en la nave de la Epístola nos encontramos un retablo neoclásico con la imagen de San Blas realizada en 1617 por Martínez Montañés. La imagen denota el indudable estilo del Dios de la madera aunque está muy repintada en la actualidad. El resto de los retablos no son muy destacables siendo ejecutados en su mayoría durante el siglo XVIII y XIX y dedicándose a San Francisco, San José, San Antonio de Padua y San Expédito. Sobre el muro del Coro se halla el Retrato de Doña María Coronel realizado por Joaquín Domínguez Bécquer en 1856. En el Coro, sillería del siglo XVI y lienzos barrocos en los muros junto a la Urna donde siempre se expone el cuerpo incorrupto de doña María Coronel, fundadora del convento que se encuentra ataviada con el hábito franciscano. Por último, no debemos olvidar el órgano, obra de transición entre los siglos XVII y XVIII y protagonista de una de las más famosas leyendas del poeta Gustavo Adolfo Bécquer: Maese Pérez el Organista.