La Basílica de San Nicolás (en italiano Basilica di San Nicola) es una basílica menor catolica italiana ubicada en Bari, Apulia y perteneciente a la jurisdicción de la Arquidiócesis de Bari-Bitonto. Posee el título de basílica menor desde tiempos inmemoriales, y es un importante sitio de peregrinación.
La basílica fue construida entre 1087 y 1197 durante el dominio ítalo-normando de Apulia en la zona que antes era el catapanato bizantino del cual Bari era sede. Su fundación se debe al robo de las reliquias de san Nicolás en el santuario original de Myra, en lo que hoy es Turquía; pues cuando Myra fue tomada por los sarracenos, algunos vieron en ello la oportunidad de trasladar las reliquias del santo a un sitio más acogedor. Según cuenta la leyenda, el santo pasó por Bari en su camino hacia Roma y escogió la ciudad como el lugar en el cual sería enterrado. Después de que Bari y Venecia compitieran por custodiar las reliquias, la primera ciudad ganó y allí fueron llevadas pese a la vigilancia de los griegos y sus maestros mahometanos; y el 9 de mayo de 1087, llegaron a Bari de forma segura. Una nueva iglesia fue construida para albergar los restos de Nicolás y Urbano II estuvo presente durante la consagración de la cripta en 1089. Finalmente, el edificio fue consagrado oficialmente en 1197 con la presencia de importantes autoridades civiles y religiosas, y Elías, abad del cercano Monasterio de San Benito, fue nombrado arzobispo, y su cátedra aún está en la basílica.
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