José Gómez Ortega pertenecía a la familia Gómez, de la que formaron parte ilustres matadores de toros. A los doce años estaba integrado en una cuadrilla infantil, y posteriormente capitaneó, junto con Limeño, la famosa cuadrilla de niños sevillanos, que cosechó numerosos éxitos. Mató su primer toro en Sevilla en 1911, y allí tomó la alternativa un año más tarde, de manos de su hermano Rafael. Pronto se reveló como un torero brillante e intuitivo, además de un gran banderillero con especial talento para los naturales en redondo. Además de una técnica innata a la vez que responsable, ofreció a su público una amplia variedad de lances de capa y mató siempre de manera rápida y directa. Coincidió con Belmonte en numerosas ocasiones, y pronto se convirtieron en una pareja competidora célebre. En 1920, el toro Bailaor le asestó una cornada mortal en el coso de Talavera de la Reina.