Fiestas de Nuestra Señora y San Roque en Peñafiel, Valladolid

Las Fiestas de Nuestra Señora y San Roque se celebran anualmente del 13 al 18 de agosto. Están declaradas de Interés Turístico Regional en 1997, y son curiosas por los encierros, las capeas con dos toros a la vez, uno por dentro y otro por fuera del ruedo, y el popular Chúndara.

Se inician el día 13 con el desfile de peñas. El día 14 a las doce del mediodía en la plaza de España se lanza el chupinazo y “empiezan” oficialmente las fiestas, donde la Banda Municipal de Peñafiel, toca el primer chundara mientras suenan las campanas de la iglesia de Santa María de Mediavilla. Después es el desfile de gigantes y cabezudos por las calles del municipio.

Rejoneadores en la plaza de Peñafiel.Por la tarde se celebra un encierro de probadilla y el Desencajonamiento de los novillos-toros que serán lidiados durante las fiestas, después la merienda en la ribera del Valdobar, en el Duratón, y por la noche la verbena en la plaza de España.

Los siguientes días se comienza la fiesta a las nueve y media de la mañana, con los Populares Encierros, que salen a las nueve y media y al ser expuesta la talla de San Roque del Valdobar (Que se deposita en la ermita del Valdobar) desde los corrales del cortijo del Valdobar, avanzando por la calle de las Afueras de Don Juan Manuel y hasta la plaza del Coso. A continuación se celebran las famosas capeas, con un toro por dentro del ruedo y otro por fuera, creando situaciones especiales.

Desde las cinco de la tarde hasta las siete tiene lugar el Chúndara. Se trata de un baile (pasacalles) cuya música es una adaptación del pasodoble “La Entrada” de Esquembre que en Peñafiel la Banda Municipal de Música toca sin cesar desde la plaza de España hasta la plaza del Coso.

Después se celebran las novilladas por profesionales, y cuando estas terminan comienzan las capeas para los jóvenes.

Cenas en las bodegas, verbenas y la diversión hasta la hora del encierro completan los días festivos.

Proceso Histórico

En los años 1920, el alcalde D. Bernardo de Frutos, no concedió la lidia de un toro después del encierro, el pueblo se alborotó y a D. Bernardo le faltó mano izquierda, no hubo fiesta, pero el pueblo se divirtió de otra manera. Se hizo un simulacro de entierro del alcalde, al grito de “¿Quién se ha muerto? Don Bernardo”. Una de las canciones que se cantaban decía:

“Sr. Alcalde Mayor
miedo nos has demostrado
has formado la guardia
para mandar retirarnos.
Pueblo de Peñafiel,
decimos en alta voz
hecha los toros al prado
que no queremos función”.

Desde tiempo inmemorial, los toros pastaban en el término de Pajares y los encierros se hacían desde allí. El primer día era obligado que los toros entraran en la plaza porque sino no había fiesta. Alrededor de 1950 se comenzó a desencajonar en la plaza del Coso los toros de muerte, para asegurar que habría lidia. Ya en uno de los años de la década de 1950, siendo alcalde Don Victoriano Lerma. hubo un conato de acabar con el encierro, haciéndose un corral en el Valdobar y suprimiéndose los caballos. Se escaparon todos los toros, y con este fracaso del encierro y la presión popular, la tradición continúó. En 1983, siendo alcalde Miguel-Ángel Alonso Tombo, sólo el día de la Asunción de Nuestra Señora se hizo el encierro en la forma tradicional, el día 16 en honor de S. Roque, se trajeron los toros desde Pajares en un camión y se soltaron en la empalizada del camino. Desde entonces, los encierros tradicionales a campo abierto se cambiaron por los encierros o carreras de toros al estilo de Pamplona en un espacio cerrado. Hacia el año 2005 se dota el recorrido del encierro de doble vallado.

http://es.wikipedia.org

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