Zurbarán(1598-1664), nació en la población de Fuente de Cantos (Badajoz). Pintor conocido por sus cuadros religiosos y escenas de la vida monástica. Su estilo, adscrito a la corriente tenebrista por el uso que hace de los contrastes de luces y sombras, se caracteriza básicamente por la sencillez compositiva, el realismo, el rigor en la concepción, la exquisitez y la ternura en los detalles, las formas amplias y la plenitud en los volúmenes, la monumentalidad en las figuras y el apasionamiento en los rostros.
Residió en Sevilla durante más de diez años, realizando trabajos para diversos conventos. En 1629 se instaló en la ciudad durante los siguientes treinta años. La década de 1630 fue la más fructífera de su obra, incluso fue llamado a la Corte de Felipe IV, participando en la decoración del Salón de Reinos, en el Palacio del Buen Retiro, con la serie de lienzos sobre los “Trabajos de Hércules”. En la siguiente década comenzó su declive, al cambiar el gusto pictórico en Sevilla. Murió en Madrid, sumido en una gran pobreza.