Pablo Celis Cuevas (El Bombero Torero). (El Tejo, Santander, 1900–1969).
Fué el creador del personaje de ‘El Bombero Torero’. Comenzó a trabajar con 13 años como tramoyista en los teatros de Madrid, ciudad a la que emigró su padre con una recomendación del marqués de Comillas, que le colocó como empleado de la Asociación de Ganaderos del Reino. Fué al comienzo del siglo XX, cuando se inició en el mundo de los toros, participando en capeas y sueltas de vaquillas. Pronto comenzó a actuar como torero cómico imitando a Charlot, de moda por entonces. Pablo Celis conoció en el Teatro Novedades, uno de sus lugares de trabajo, a un bombero de guardia, con quien trabó amistad y a quien decidió imitar en los ruedos; de él copió su indumentaria y su largo y lacio bigote. Con 18 años debutó en Madrid en un festival a beneficio de los niños rusos refugiados en España por la Primera Guerra Mundial. Inventor de numerosas suertes, entre ellas, el pase del desprecio o las de banderillear sentado en el suelo o saltando por encima de la res, se presentó en la Maestranza de Sevilla el 18 de julio de 1930, con un gran éxito, repitiendo cinco días después con el cartel de «no hay billetes». Al año siguiente consiguió actuar en 118 ocasiones. Durante el transcurso de la Guerra Civil toreó vestido de luces en Francia. En 1938 regresó a España, donde, nuevamente, volvió al papel que le dio la fama. En 1952 formaron parte de su espectáculo sus hijos Eugenio y Manolín, que, junto a su padre y el también torero cómico, Laurelito, tuvieron que pasar por la enfermería de la Monumental de México. En 1953 surgió un nuevo espectáculo de ‘El Bombero Torero’, que incorporó en su grupo a ocho enanitos. Debutaron en Orán (Argelia). El espectáculo fué cogiendo auge, triunfando fuera de los circuitos taurinos habituales, como China (en 15 ocasiones) o El Líbano. Tras 43 temporadas en activo, Pablo Celis se retiró en 1961 en Bogotá. El espectáculo continuó en manos de sus hijos Eugenio y Manuel acompañados siempre por Arévalo, el cual sentó cátedra con sus imitaciones de Charlot y Cantinflas, también su hijo el famoso humorista Paco Arévalo comenzó su andadura como torero cómico en el Bombero Torero. Algunas figuras del toreo como Antoñete, Manzanares, el Niño de la Capea entre otros, en sus comienzos fueron en el apartado de lidia seria del espectáculo.
Ya desde 1997 son los nietos de Pablo Celis, Rafael y Carlos quienes siguen la tradición. (Fuente: Gran Enciclopedia de Cantabria).
Fotos:www.bomberotorero.com