Si los franceses inventaron la guillotina, los españoles inventamos el garrote vil.
Mientras la guillotina causaba la muerte del reo seccionando su cuello,nuestro invento mandaba al otro barrio al condenado, rompiéndolo: una vez introducido el cuello en un collar de hierro, este se apretaba con un tornillo que tenía una bola al final, la cual, seccionaba la columna vertebral.
Ahora bien, mientras la guillotina no fallaba nunca en aquello para lo que había sido creada, el garrote no siempre causaba la muerte, pues su eficacia dependía en gran meddia de la fuerza física del verdugo y de la resistencia del cuello del pobre infeliz.
Aún así, el nada eficaz invento lo exportamos a otros lugares del mundo. En la foto que hoy publicamos pueden ver el momento en que se ajusticia a un reo en Filipinas a principos del Siglo XX.