Teresa Berganza
Mezzosoprano
“el artista, el artista, el artista… y el músico. Era genial. Desgraciadamente, se fue. Si no, en pocos años habría sido otro Karajan, aunque más apasionado que él: como un Solti. Uno de los grandes. Si bien vivíamos unos momentos malos en España, cuando salía fuera, siempre triunfaba. En París se lo comían, porque era todo: un gran músico, un artista impresionante, con un gesto precioso dirigiendo. Trabajé mucho con él haciendo cosas muy bonitas, algunas de las cuales han quedado grabadas. Como espectadora le oí dirigir Beethoven y era genial. Pero con Brahms, era increíblemente maravilloso. Conseguía una calidad de sonidos que muy pocos han podido obtener. Además, era un hombre divertidísimo, que nunca te hacía la vida imposible…” Scherzo. “Testimonios”. Juan Antonio Llorente (nº 226 – Enero 2008)