Santander fue elegida desde 1571 como base naval en el Cantábrico de la Armada
del Mar Océano.El aprovisionamiento para las armadas, el alojamiento de tropas y la
actividad del astillero de Guarnizo, elegido desde 1582 para fabricar naves para la carrera
de Indias y para las armadas reales, sirvieron para mantener cierta diversificación y nuevas
posibilidades económicas que se prolongaron durante la primera mitad del siglo XVII.
Además el comercio de la madera, de hierro y artillería y la modesta recuperación de la
exportación de lana durante algunos años (entre 1603 y 1657) y la exportación de cereal
para abastecer a la armada mantuvieron la oferta de mercancías embarcadas por el puerto
santanderino.
Un pequeño grupo de armadores, comerciantes y hombres al servicio de la
corona aprovecharon las oportunidades económicas de aquella coyuntura, siendo los
promotores de las transformaciones más destacadas de la arquitectura civil y religiosa del
Santander del Seiscientos