Un poco más adelante, junto a los Jardines de Pereda, se encontraba este mercado, construido en hierro y que además tuvo repercusión en otros mercados de Europa. Además de mercado, en la plaza superior se estableció un café, que pasó a ser teatrillo y, después, sede del Ateneo de Santaner. En 1917 sufrió un lamentable incendio que lo hizo desaparecer. Para suplirlo se construyó en 1922 un edificio que alojó también a los Juzgados municipales y el Registro Civil. Esta construcción fue demolida en los años 60 para ampliar la plaza actual.