Religioso español, nacido en Santander el 25 de febrero de 1744 y muerto en la localidad cántabra de Santa Cruz de Iguña el 2 de marzo de 1831.
Vida
De familia noble y posición desahogada, hizo sus estudios en Alcalá de Henares, tras lo cual ingresó en los capuchinos en 1764 con el nombre su ciudad natal, según la costumbre de esta regla. Se ordenó sacerdote un año después y se retiró al colegio de misioneros de su orden en Toro (Zamora), en donde estuvo cerca de treinta años, en los cuales se dedicó a predicar por Castilla y León, haciéndose pronto famoso.
Al comenzar la Guerra de la Independencia siguió ejerciendo su ministerio episcopal, aunque renunció al cargo de gobernador eclesiástico de Zaragoza y se marchó de la ciudad en 1808; no volvería hasta que los franceses ocuparon la capital al año siguiente. En 1810 José I le nombró obispo de Huesca, pero regresó muy pronto a Zaragoza para ejercer el puesto de gobernador del clero en Aragón. Ese mismo año fue nombrado arzobispo de Sevilla, pero no llegó a tomar posesión. En junio 1813 huyó a Francia, se estableció en Montpellier y en Bagnères, desde donde ayudó a los sacerdotes aragoneses que se hallaban en Francia. Hasta 1820 no regresaría a España, concretamente a Santander, donde fue recibido por la la Sociedad Patriótica de la ciudad.