La estirpe de los canteros y arquitectos de Trasmiera

Entre las bahías de Santander y Santoña, salpicado de prados y empinados acantilados, se levanta la comarca de Trasmiera. Un dato importante es el gran número de maestros canteros y arquitectos de obra que partiendo de toda la Meridad de Trasmiera durante la Edad Media y Moderna, trabajaron en parte de las construcciones más importantes de la Corona de Castilla de esta época, y también en Portugal, contribuyendo a desarrollar uno de los patrimonios arquitectónicos más sobresalientes de toda Europa. Hasta entonces sólo se contaba con una agricultura de subsistencia, aunque en las cuatro villas marineras se contaba con un pequeño comercio y unas pequeñas industrias de construcción naval. Las pocas oportunidades que su tierra le ofrecía, produjo que estos trabajadores partieran hacia los centros de trabajo de las más importantes ciudades castellanas. En ningún momento crearon un estilo propio, sino que fueron amoldándose a los distintos estilos de la época. ‘Cuadernos de Trasmiera II (La aportación de los maestros canteros de Trasmiera a la arquitectura española)’ de José Miguel Muñoz Jiménez , es sin duda una de los grandes aportes bibliográficos sobre este tema. No obstante, en los últimos años se ha ido aumentando el legado histórico con libros como el de María Ealo de Sá sobre Juan de Castillo, el maestro canterano más influyente y universal, pero a la vez el más olvidado en su tierra.

Se cree que ya en el siglo XII podría haber canteros trasmeranos en la construcción de la iglesia de San Andrés, San Segundo y San Esteban de Ávila, pero es a partir del siglo XV y hasta el siglo XVIII, cuando se pueden encontrar más canteros diseminados por toda la geografía española.

‘Cuaderno de Trasmiera Nº II’

José Miguel Muñoz Jiménez en el ‘Cuaderno de Trasmiera Nº II’ tras el estudio de los clásicos en este tema, descubre un gran número de maestros y de obras, entre otras: Pedro de la Tijera encargado de la construcción en 1431 de la torre de la catedral de Oviedo, Juan de Candamo de las Tablas en 1454 trabaja en la construcción de la Torre de la catedral de León, en la colegiata de Covarrubias en 1444 y de la catedral de Sevilla hacia 1447, también nos dice que cabe la posibilidad de que canteros trasmeranos trabajasen en esta obra sin poder especificar sus nombres.

El aprendizaje del oficio se hacía de padres a hijos en el taller familiar, por lo que en muchos casos familias enteras se dedicaban a la cantería. En un principio se aprendía a labrar la piedra y, poco a poco, se introducían en los métodos de construcción, llegando a convertirse en maestro mayor. Entre los cometidos del maestro están, además de repartir el trabajo entre los oficiales y llevar la dirección de la construcción de la obra, el encontrar los materiales necesarios para llevarla a cabo. El maestro podía llegar a convertirse en arquitecto proyectista, siendo éste capaz de desarrollar las trazas del edificio.

Cabe destacar entre otros a Juan de Herrera ‘El Trasmerano’ (no confundir con el maestro renacentista). Nació en Gajano y el maestro mayor de la catedral de Santiago de Compostela. La arquitectura era aprendida al lado de otros importantes arquitectos y complementada con grande bibliografías de los arquitectos italianos más importantes.

Juan de Castillo

Desconocido por la mayoría de sus paisanos y olvidado por las instituciones culturales de la región, la figura del arquitecto Juan de Castillo (1470-1553) ha sido recuperada recientemente para los cántabros cinco siglos después, gracias a la investigación de cinco años que ha realizado el director cinematográfico, Alberto Luna. El documental ‘Juan de Castillo, el constructor del mundo’ muestra la gran gesta de este maestro cantero trasmerano en el Imperio Portugués, durante el siglo XVI, en el que dejó su impronta en cinco monumentos declarados Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, un hecho sin precedentes en ningún otro arquitecto. Estos monumentos son el Monasterio de los Jerónimos de Lisboa, el Convento de Cristo de Tomar (donde Felipe II se coronó Rey de Portugal al quedar anexionado a España hasta 1668), el Monasterio de Batalha, el Monasterio de Alcobaça y la Fortaleza de Mazagán (El Jadida), en Marruecos. Juan de Castillo llevó a Portugal a numerosos canteros trasmeranos anónimos, que luego tuvieron descendencia en el país vecino.

Juan de Castillo abarcó el gótico flamígero, el gótico tardío, la segunda etapa del estilo nacional luso, el manuelino, introdujo el plateresco en Portugal, y se adentró posteriormente en varias fases del Renacimiento. «Su obra tiene un carácter universal», recalcó.

Crisis económica

La forma de desarrollo de la obra es la siguiente: el maestro trazador desarrolla la traza del edificio, mediante una subasta las obras se adjudicaban a los maestros de obra, con los que se concertaban el tiempo de ejecución de la obra, las formas de pago y todas las condiciones de la obra

La crisis económica del reinado de Felipe IV y Carlos II, llevó a construir edificios de ladrillo de barro y mampostería, lo que trajo consigo la progresiva desaparición de este oficio.

MAXI DE LA PEÑA / El Diario Montañés

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