Lo que, en fin, caracteriza y define más completamente al «hijo de Santander», hasta constituirle en variedad étnica independiente, es la altísima idea que tiene de ser dignidad ciudadana; la convicción de que pertenece a una casta
privilegiada, como la de los ciudadanos romanos en los días de César; la creencia firmísima de que esta superioridad es reconocida y confesada por toda la redondez de la tierra.
Memorias de uno a quien no sucedió nada
More Stories
1934:Varietés en escena en Santander
La proclamación del rey Carlos IV motivó el primer desfile por la ciudad de gigantes
Las Corconeras en la Dársena de la Ribera