El día 27 de Julio de 1883 ocurrió un tristísimo suceso en la Plaza de Toros Santander. El cuarto toro de la corrida, al saltar al callejón por frente a la puerta del arrastradero, cogió al guardia municipal Vicente Sordo, que estaba de servicio, dándole una cornada en el cuello que le partió la yugular, lo que le ocasionó la muerte a los pocos momentos.
Más suerte, dentro de la gravedad del percance, tuvo Juan Ruiz (Lagartija), que sufrió una aparatosa cogida el 25 de julio de 1886 al hacer un quite al picador Manuel Pérez (el Sastre), ocasionándole el toro una herida de consideración en el muslo derecho.