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Hoy, en plena festividad de la Exaltación de la Santa Cruz, vamos a acercarnos al Monasterio de Santo Toribio de Liébana.
El Monasterio de Santo Toribio, situado en el municipio de Camaleño, en plena comarca de Liébana y a tan sólo tres kilómetros de la localidad de Potes, es un importantísimo centro religioso y de peregrinación, uno de los cuatro lugares santos en el todo el mundo en los que se puede ganar el Jubileo junto con Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela.En él vivió y murió Beato de Liébana, célebre por sus “Comentarios del Apocalipsis” y considerado uno de los personajes más importantes de su tiempo. En el interior de la iglesia se encuentra la capilla del Lignum Crucis, el mayor fragmento de la Cruz de Cristo conservado. Santo Toribio sigue atrayendo año tras año a miles de peregrinos de todo el mundo.
El monasterio de Santo Toribio tiene una historia realmente larga para la cual hay que situarse: Con la invasión musulmana, gran cantidad de cristianos vienen a refugiarse a los montes de Liébana. Los musulmanes intentan avanzar por los Picos de Europa, pero los cristianos liderados por don Pelayo vencen en la batalla de Covadonga, considerada como el inicio de la reconquista. Es en este momento cuando Alfonso I ( hijo del duque Pedro de Cantabria y yerno de don Pelayo ) funda gran cantidad de pueblos y monasterios en la comarca. De todos ellos, dos se hacen particularmente poderosos: Santa María de Piasca y San Martín de Turieno ( antiguo nombre del monasterio de Santo Toribio ).
Parece por tanto que sus orígenes se pierden en el siglo VII, o incluso antes, cuando según cuenta la leyenda Santo Toribio, obispo de Palencia, llegado para convertir Liébana al cristianismo subió al monte La Viorna y lanzó su bastón para levantar el monasterio allí donde cayera.La tradición también cuenta que fue ayudado por un buey y un oso y los lebaniegos, viendo el milagro, se unieron para levantar el templo. Poco después, se traslada allí el “Lignum Crucis” ( el mayor fragmento conocido de la Cruz de Cristo ), desde Astorga ante el temor de que cayera en manos musulmanas. La reliquia fue traida a su vez desde Tierra Santa por el obispo de Astorga ( curiosamente también se llamaba Santo Toribio ) en el siglo V.
En la segunda mitad del siglo VIII, Beato de Liébana fue abad de este monasterio de San Martín de Turieno, escribiendo los trascendentales “Comentarios al Apocalipsis”. A comienzos del siglo XII, el monasterio es denominado de “Sancto Martino vel Sancto Toribio episcopo” y a finales del mismo siglo su nombre ha cambiado definitivamente a Santo Toribio. El siglo X es de gran esplendor para el monasterio, bajo la protección de don Alfonso y doña Justa, condes de Liébana ( fundadores de Santa María de Lebeña, en Cillorigo ). Ya en el siglo XVI, el papa Julio II, establece el Jubileo los años que el día de Santo Toribio cayera en domingo.
Parece por tanto que sus orígenes se pierden en el siglo VII, o incluso antes, cuando según cuenta la leyenda Santo Toribio, obispo de Palencia, llegado para convertir Liébana al cristianismo subió al monte La Viorna y lanzó su bastón para levantar el monasterio allí donde cayera.La tradición también cuenta que fue ayudado por un buey y un oso y los lebaniegos, viendo el milagro, se unieron para levantar el templo. Poco después, se traslada allí el “Lignum Crucis” ( el mayor fragmento conocido de la Cruz de Cristo ), desde Astorga ante el temor de que cayera en manos musulmanas. La reliquia fue traida a su vez desde Tierra Santa por el obispo de Astorga ( curiosamente también se llamaba Santo Toribio ) en el siglo V.
En la segunda mitad del siglo VIII, Beato de Liébana fue abad de este monasterio de San Martín de Turieno, escribiendo los trascendentales “Comentarios al Apocalipsis”. A comienzos del siglo XII, el monasterio es denominado de “Sancto Martino vel Sancto Toribio episcopo” y a finales del mismo siglo su nombre ha cambiado definitivamente a Santo Toribio. El siglo X es de gran esplendor para el monasterio, bajo la protección de don Alfonso y doña Justa, condes de Liébana ( fundadores de Santa María de Lebeña, en Cillorigo ). Ya en el siglo XVI, el papa Julio II, establece el Jubileo los años que el día de Santo Toribio cayera en domingo.
El abad del monasterio de San Martín de Turieno ( hoy Santo Toribio ) vivió en la segunda mitad del siglo VIII. En el año 776 escribió sus “Comentarios del Apocalipsis” para explicar el texto de San Juan. Esta obra, famosa por sus bellas ilustraciones miniadas alcanzó gran difusión en la época.Fue una persona de gran relieve en su tiempo: argumentó en contra de la doctrina herética de los “adopcionistas” que, como el arzobispo de Toledo, defendían la idea de que Cristo era hijo “adoptivo” de Dios; contribuyó a difundir la idea de que el apóstol Santiago predicó en tierras españolas anticipándose al descubrimiento de su tumba en Compostela, en el año 810, y se convirtió en el primer escritor cántabro, cuando todavía no había nacido la lengua española y se utilizaba el latín.
Se llama Beatos a los códices hoy conservados ( unos veinte ) de la obra original y constituyen un género especial por lo que se refiere a la ilustración artísticas de sus páginas, de valor único y de reconocida originalidad. Hasta el momento la decoración de los manuscritos era muy sencilla y fue bajo la influencia de la corte de Carlomagno que comienzan a ser decorados ( cada Beato lleva unas 90 ilustraciones ) influyendo decisivamente en la escultura románica.
Se llama Beatos a los códices hoy conservados ( unos veinte ) de la obra original y constituyen un género especial por lo que se refiere a la ilustración artísticas de sus páginas, de valor único y de reconocida originalidad. Hasta el momento la decoración de los manuscritos era muy sencilla y fue bajo la influencia de la corte de Carlomagno que comienzan a ser decorados ( cada Beato lleva unas 90 ilustraciones ) influyendo decisivamente en la escultura románica.
El edificio actual ha perdido el ambiente vetusto que conservó hasta la guerra civil, momento en que fue reparado y reformado. De la antiquísima obra original no queda ningún rastro, así como tampoco se puede decir nada de la iglesia románica que se levantó posteriormente. Las dos puertas del exterior sí son románicas aunque no se puede asegurar que sean de la obra original. La puerta principal tiene tres columnas a cada lado, la otra, llamada la puerta del Perdón también de tres columnas y capiteles lisos. Los batientes de la puerta de madera están decorados con pequeñas representaciones en bronce de los santos lebaniegos aunque en esta ocasión se trata de una obra reciente.
De los añadidos posteriores queda el claustro construido en 1669, y la iglesia gótica del siglo XIII, con tres naves y bóveda de crucería. En el hastial se levanta una torre prismática. En el interior de la iglesia puede verse, en el ábside izquierdo, la efigie yacente, en madera policromada, de Santo Toribio, en la que se centran las devociones populares. Posiblemente se talla en el siglo XIII para colocarla allí donde la tradición decía se encontraba el cuerpo del santo.
De los añadidos posteriores queda el claustro construido en 1669, y la iglesia gótica del siglo XIII, con tres naves y bóveda de crucería. En el hastial se levanta una torre prismática. En el interior de la iglesia puede verse, en el ábside izquierdo, la efigie yacente, en madera policromada, de Santo Toribio, en la que se centran las devociones populares. Posiblemente se talla en el siglo XIII para colocarla allí donde la tradición decía se encontraba el cuerpo del santo.
El Lignum Crucis
El monasterio de Santo Toribio es principalmente conocido por albergar el “Lignum Crucis”, el mayor fragmento conservado de la Cruz de Cristo. La Iglesia lo admite como auténtico y los estudios científicos realizados sobre la madera afirman que es de un ciprés propio de Palestina y su antigüedad podría ser de unos 2.000 años.Santo Toribio, obispo de Astorga, la trajo de Tierra Santa en el siglo V. Con la invasión musulmana se trasladó la reliquia a tierras Lebaniegas por miedo a que fuera profanada. En el monasterio se ha conservado durante siglos, donde los monjes incrustaron la madera en una cruz de plata dorada del siglo XVI.
El Año Jubilar
La llamada Puerta del Perdón del monasterio de Santo Toribio de Liébana sólo se abre cuando el 16 de abril, festividad de Santo Toribio, cae en domingo.Desde ese momento, se inicia el Año Santo Lebaniego con numerosas actividades y la llegada de miles de fieles que acuden para venerar la reliquia del Lignum Crucis y atravesar la Puerta del Perdón, obteniendo el jubileo ( los pecados cometidos quedan perdonados ). El privilegio fue concedido por el papa Julio II en el 1512. De esta manera el monasterio de Santo Toribio forma parte de los cuatro lugares sagrados del cristianismo, junto con Roma, Jerusalén y Santiago de Compostela. Transcurrido el año, la puerta se cierra nuevamente hasta el próximo Año Santo.
Durante el Año Jubilar, muchas son las actividades culturales y religiosas que se celebran en toda la comarca.
Durante el Año Jubilar, muchas son las actividades culturales y religiosas que se celebran en toda la comarca.
En torno al monasterio de Santo Toribio se levantaron pequeños oratorios y numerosas iglesias más humildes, perviviendo aún unas pocas ermitas: La de Santa Catalina, más en alto que el monasterio, con vista a los Picos de Europa, de finales del XII, la capilla de San Miguel, mirando a Turieno, a la que se accede actualmente siguiendo la carretera que sube a Santo Toribio. También queda el ábside de otra pequeña iglesia del XIII y San Juan de la Casería, otra capilla, antigua ermita de San Juan. Más importante es la Cueva Santa, a media ladera del Viorna, donde la tradición cuenta que se retiró Santo Toribio. Es semirrupestre, la única que queda en Liébana de estas características junto con la de Cambarco. Tiene dos plantas, con acceso a través de una puerta de medio punto.