Se denomina así a los Puertos de Áliva y las minas del mismo nombre situadas en la parte macizo central de los Picos de Europa, en el termino municipal de Camaleño dentro de Cantabria, España. Se puede acceder desde Espinama por una pista forestal, o desde el teleférico de Fuente Dé.
Concretamente se trata de una zona de pastos comunales de alta montaña, que se viene aprovechando desde tiempos inmerioriables, pertenecen a Pueblo de Espinama, desde el cual se accede, y limitan con los llamados «invernales de Sotres», parroquia asturiana limítrofe.
Como curiosidad se cuenta que antiguamente esta zona de pastos se aprovechaba entre los habitantes de Sotres y Espinama, pero cuando se hubo de proceder a establecer los límites entre ambos pueblos, ya que pertenecen a provincias diferentes (Asturias y Cantabria, antes Provincia de Santander), cada pueblo envió unos hombres al otro, y acordaron que saliendo de los pueblos al cantar el gallo, allí donde se encontrasen quedaría establecido el límite de las praderías pertenecientes a uno y otro pueblo; entonces los hombres de Espinama sin que se dieran cuenta los enviados de Sotres, ingeniaron emborrachar al gallo, y consiguieron que cantase antes de tiempo, posibilitando salir antes el grupo de Espinama que aquel que se encontraban en Sotres, con lo cual Espinama pasó a tener la mejor y más amplia parte de terreno, abarcando la casi totalidad de las praderías de Áliva.
Edificios y lugares destacados
«Chalet del Rey». Es un chalé edificado por la Real Compañía Asturiana de Minas, adjudicataria de las «Minas de Áliva», para residencia de los ingenieros, pero que fue lugar de acogida del rey Alfonso XIII en una visita en 1912 a los Picos de Europa para practicar la caza del rebeco.
«Refugio de Áliva». Situado a 1.670 metros, era un pequeño refugio de alta montaña sobre la cresta de las praderías. En los años noventa fue ampliado, a pesar de existir protestas en contra, y convertido en un pequeño hotel gestionado por Cantur, la empresa de gestión turística del Gobierno de Cantabria.
«Ermita de la Virgen de la Salud». Su festividad se celebra el día 2 de julio con una concurrida romería a la que acuden los habitantes de buena parte del valle de Camaleño, fiesta declarada de interés turístico regional.
«Invernales de Igüedri». Se encuentran inmediatamente antes de llegar a la pradería de Áliva, según se sube desde Espinama por la pista forestal. Estos invernales constituyen un incalculable patrimonio etnográfico, pues en el pasado fueron capitales para el desarrollo de tal actividad en el pueblo de Espinama, ya que eran refugio de los pastores y el ganado, siendo parte de una forma de vida tan única como extinta. Actualmente, debido la mengua de la actividad ganadera, se encuentran abandonados y ruinosos en su mayor parte, aunque la elaboración de los llamados «Quesos de Áliva» ayudan a su subsistencia.
Las Minas de Áliva se encuentran en la falda de Peña Vieja, en zona alta de los Puertos, y próximas al Refugio y al Chalet Real. De ellas se extraía blenda y otros minerales. Permanecen cerradas, al igual que otras explotaciones mineras situadas en los Picos de Europa, por falta de rentabilidad. Son frecuentadas por aficionados a la espeleología y a la geología, si bien señalar que se trata de una mina abandonada y peligrosa.
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Texto:http://es.wikipedia.org
Pero los puertos de Áliva no pertenecen a Espinama, sino al Ayuntamiento de Camaleño, que es en el que se integra Espinama.
En 1822 quedó Espinama integrada en Camaleño por primera vez (Espinama, Pido y Las Ilces); en 1836 se volvió a dotar de entidad municipal a Espinama y hacia 1867 se integró, ya definitivamente, en el Concejo de Camaleño, que es a quien en la actualidad pertenecen los puertos de Áliva.
Ganaderos de diversos lugares de este Concejo construyeron las portillas canadienses que le dan acceso desde Igüedri y desde el camino de Pembes y cercaron el perímetro con alambre para evitar que se escapase y se despeñase el ganado. Creo que el impulsor de aquello fue el Taxista de Pembes, llamado Jesús Ángel, que por aquellas épocas era tratante. La prueba de que uno de Pembes estuviese en el ajo es la demostración de que Espinama es sólo uno de los elementos que forman el Concejo.
En Espinama vivía Pillo, ex divisionario azul forzoso, ex minero, guardián del Chalet Real y lebaniego de una pieza a cuya memoria va dedicado este comentario.