Hoy cierra sus puertas el emblemático edificio del Banco de España en Santander

La sede santanderina del Banco de España cierra hoy sus puertas definitivamente después de 137 años de presencia en la ciudad. A partir de ahora, cualquier usuario de esta entidad nacional, o bien quien quiera cambiar las antiguas pesetas en euros, no tendrá más remedio que dirigirse a la sede del banco en Bilbao, que será la de referencia para los clientes de Cantabria. La falta de movimiento y de operatividad son los argumentos que sostiene el Banco de España, que en Santander dirige Francisco Olivares, para cerrar la sede cántabra, un edifico singular y destacado dentro de la arquitectura de la capital de Cantabria.

Queda, en definitiva, libre un edificio codiciado por organismos públicos, entre ellos el Gobierno de Cantabria, quien a través de la Consejería de Cultura aspira a integrar en el patrimonio regional el emblemático inmueble. Para ello el departamento que dirige Javier López Marcano está redactando una memoria con el fin de solicitar la transmisión de este inmueble para uso de su departamento, y que en todo caso, sería gestionado en la próxima legislatura.

Cierre en cadena

Junto a la sede del Banco de España en Santander, también se darán de baja las de Ceuta, Logroño, Melilla, San Sebastián y Toledo. En total son 112.000 metros cuadrados de superficie que pasarán a ser propiedad del Patrimonio del Estado. La gestión se encomendará a Segipsa, Sociedad Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio, S.A., una sociedad estatal mercantil con el 100% capital público de la Dirección General de Patrimonio del Estado, que es quien decide su destino final.

Todos los edificios en los que Segipsa ha recibido instrucciones de llevar a cabo actuaciones de rehabilitación lo han sido para ubicar servicios territoriales de la Administración General del Estado, en la mayoría de los casos delegaciones de Economía y Hacienda, gerencias territoriales de Catastro y servicios territoriales integrados o no en las subdelegaciones del Gobierno.

En algunos casos, como en los de Granada, Soria, Teruel, Santiago de Compostela, Vitoria y Huesca, los edificios se han permutado por otros inmuebles con la Dirección General del Patrimonio del Estado, que ha pasado así a ser su propietaria. En Huelva se ha vendido por Segipsa a la Junta de Andalucía y en Tarragona se ha permutado por un solar edificable con el Ayuntamiento de la citada ciudad.

Sin perjuicio de lo anterior, y también por encargo de la Dirección General del Patrimonio del Estado, Segipsa ha llevado a cabo las actuaciones de rehabilitación en Teruel y Huesca, y ha recibido el encargo de realizar el proyecto arquitectónico para la rehabilitación del de Soria. En Tarragona, el edificio ha sido cedido al Ayuntamiento de la ciudad para convertirse en un espacio que sirva de centro de recepción de visitantes a esta localidad

Los que no tengan un destino previsto irán, en principio, a la rehabilitación de los inmuebles para su uso en arrendamiento a unidades de la Administración General del Estado. Las actuaciones que debe llevar a cabo Segipsa comprenden la realización con el usuario de un Plan de Implantación, el encargo mediante concurso público de un Proyecto de Rehabilitación y las obras correspondientes.

El caso del Banco de España en Tarragona ha sido una excepción, que podría darse en Cantabria, ya que el Estado ha cedido al Ayuntamiento este inmueble, que como el de Santander, es un edificio emblemático construido en 1929.

El de Tarragona permanecía desocupado desde 2004 y ha sido este año cuando se ha alcanzado un acuerdo por el cual se invertirán dos millones y medio de euros que se financiarán con dinero de la municipalidad de Tarragona (800.000 euros) y el resto a cargo del Gobierno central. En 2002 se firmó un protocolo entre el Ministerio de Hacienda y el Banco de España por el cual los inmuebles de la Dirección General de Patrimonio, dentro de los seis meses siguientes al cierre de las operaciones de cada oficina, fueran adquiridos por el Estado a través de la empresa Segipsa para su uso administrativo, «la Dirección General de Patrimonio procederá a asignarlos a los correspondientes organismos públicos a la vista de sus necesidades».

Fines más cercanos

Museo de la ciudad, edificio de juzgados, oficina de extranjería, subdelegación del Gobierno, centro nacional de la fotografía o centro de recepción de turistas son algunos de los usos que en los últimos años se les ha dado a las sucursales del Banco de España cerradas desde 2002. Pese a esta variedad, el destino más habitual ha sido el de albergar las delegaciones del Ministerio de Economía y Hacienda, algo que ha ocurrido en Ávila, León, Almería, Huelva y Córdoba.

Pero hay más excepciones. En Santiago de Compostela, por ejemplo, la sucursal del Banco de España cerrada en 2002 se está transformando en museo de la ciudad y de las peregrinaciones. La de Soria será el futuro Centro Nacional de la Fotografía, y la de Albacete puede convertirse en Museo Nacional del Circo.

Otras todavía no tienen un uso definido y se mantienen cerradas. Es el caso de la sucursal que el Banco de España tenía en Jaén, un edificio construido por Rafael Moneo en el año 1988 y cerrado en 2004. Para él se ha barajado convertirlo en conservatorio, comisaría o archivo.

Algo parecido sucede en Vitoria, donde la sucursal también cerró en 2004 y así ha permanecido. En Logroño no están dispuestos a esperar tanto tiempo y nada más conocerse el cierre del banco, en este mes de mayo, el diario ‘La Rioja’ pidió a los internautas que mostraran sus preferencias sobre el futuro del edificio.
El edificio del Banco de España en Santander fue construido entre 1924 y 1925 por los arquitectos Eloy Martínez del Valle y J. Yamaz Larrosa. Fue levantado en el solar que ocupaba el Fuerte de San Felipe destruído a finales del siglo XIX.

El edificio del Banco de España sigue modelos clasicistas. Tiene planta rectangular con tres alturas y ha sido realizado en piedra de sillería empleándose para la decoración – muy sobria – el mármol, metal dorado y la caoba barnizada.
En las fachadas presenta vanos rectangulares en el piso superior y vanos en arco de medio punto en el inferior, con rejería muy sólida. En el interior hay un patio cubierto con una gran vidriera.

Responde a un modelo de banco que pretende ofrecer aspecto de solidez, al objeto de transmitir confianza al público. ( Fuente: Placa itinerario turístico del Ayuntamiento de Santander ).

Fotos: gentileza de José Ramón González Martínez

Please follow and like us:
Pin Share

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *