Pedro de Cantabria fue duque de Cantabria. Probablemente nació en algún lugar de la cordillera Cantábrica y murió el año 730. Su hijo, Alfonso I el Católico (yerno de don Pelayo), y varios nietos suyos fueron elegidos reyes de Asturias por la nobleza asturiana.
Antepasados y descendientes
Hasta el siglo XIX, basándose en los antiguos cronistas, se creyó que fue hijo del rey visigodo Ervigio, pero algunos historiadores y genealogistas de hoy en día lo ponen en duda. Se desconoce el nombre de su o sus esposas.
El hijo mayor del duque Pedro de Cantabria, Alfonso I, fue el tercer rey de Asturias y padre del rey Fruela I de Asturias. Su segundo hijo, Fruela, fue padre de los reyes Aurelio y Bermudo; y dio origen, a través de su hijo Bermudo, a uno de las principales linajes de los que provinieron los monarcas de los reinos de Asturias, León, Navarra, Castilla y Aragón, que posteriormente darían origen a los reinos de España y Portugal.
Actuación
Según antiguas crónicas musulmanas, en el año 714 Musa ibn Nusair toma y saquea por segunda vez Amaya, la capital del Ducado de Cantabria, lo que obliga a Pedro y a los suyos a refugiarse tras la cordillera. Allí combina sus fuerzas con el líder astur Pelayo para combatir a los invasores musulmanes, a los que derrotan en la batalla de Covadonga. Es probable que, siguiendo la costumbre goda, Pedro enviase a su hijo a la corte real de Pelayo en Cangas de Onís. Según el fragmento transcrito a continuación de la Crónica Albeldense, el Duque Pedro y el Rey Pelayo acordaron fusionar sus dominios mediante el matrimonio de Alfonso (hijo de Pedro) con Ermesinda (hija de Pelayo):
Adefonsus, Pelagi gener, reg. an. XVIIII. Iste Petri Cantabriae ducis filius fuit; et dum Asturias venir Ermesindam Pelagii filiam Pelagio proecipiente, accepit
Enrique Flórez de Setién. España sagrada, t. XIII, ap. VI
Tras la muerte -el 14 de septiembre del año 739, durante una cacería- de Favila (quien había sucedido a su padre Pelayo como rey de los astures), Alfonso es designado primer rey de los unificados dominios que en lo sucesivo se conocerían con el nombre de Asturias. La posteridad lo conoce con el nombre de Alfonso I el Católico.