Dios de bondad, de justicia y de paz, escucha la oración con que te invoco.
Soy Guardia Civil, y quiero ser de verdad cristiano. Tengo que ser fuerte, pero ayúdame a no ser violento. Tengo que mantenerme siempre vigilante y el arma disponible, pues a veces la maldad y el crimen me obligarán a usar la fuerza. Ayúdame a que nunca me domine la ira o el odio cuando intento salvaguardar vidas y convivencia.
Haz, Señor, que la gente entienda el sentido de mi servicio: que lo comprendan ante todo los más cercanos, mi propia familia, a quienes tantas veces no atiendo como quisiera; que lo comprendan todos los ciudadanos, incluso los que a veces se creen perjudicados por mí.
Fortaléceme, Dios mío, cuando arriesgo mi bienestar o siento miedo por mi vida. Que la Virgen del Pilar, Madre de tu hijo y Madre nuestra, me proteja en tu nombre; y mantenga mi vida en la auténtica paz que procede de ti. AMEN.
Oración del Guardia Civil, como homenaje a quienes tantas vidas han entregado por España.
«…Cuando un guardia civil hinca las dos rodillas en el suelo y cae victima de la bala cobarde y asesina, la sangre derramada no es la de un guardia civil, ni la de un soldado, ni la de un hombre. Es la sangre de España. Y es que la Guardia Civil es leyenda y es historia. Es España».