La capital cántabra despidió ayer a uno de los principales exponentes de su comercio tradicional, a uno de los nombres más conocidos de la capital cántabra: José Sáez Carrasco, ‘Godofredo’. Siempre oculto detrás de sus oscuras gafas de sol, su vida estuvo irremediablemente ligada el establecimiento homónimo, situado en el Paseo de Pereda. El local abrió sus puertas en 1927 y sus artículos de pesca, buceo y su ropa marinera o famosos chubasqueros alcanzaron una notable fama entre la sociedad santanderina así como entre los turistas. José Sáez Carrasco ejerció, desde principios de los años 70, de faro del negocio tanto en tiempos de bonanza económica como en los menos favorables.
Desde niño, José Sáez Carrasco se involucró en el comercio familiar. Es de sobra conocida una anécdota que protagonizó junto a su padre. Éste, como buen vendedor, era incapaz de decir que no tenía un producto. Un día, ‘Godofredo’ hablaba con un comprador y su padre le oyó decir que no tenían algo. Por ello, corrió hacia ellos y espetó: «Tenemos un vagón en la estación, si vuelve mañana…». ‘Godofredo’ no le dejó terminar y comentó: «Papá, me ha preguntado si teníamos cambio de 500 pesetas».
Política y economía
A su conocida faceta comercial se suma también su cara política. José Sáez Carrasco fue uno de los representantes de la «derecha pura y dura» de Cantabria, como solía decir. Salvador Sarabia, presidente de Alternativa Española Cantabria, cuenta que «históricamente estuvo muy vinculado a la figura de Blas Piñar». En su vida contó con numerosos episodios políticos y formó parte de Fuerza Nueva y Frente Nacional. Su actividad le llevó, hace dos años, a ser candidato de Alternativa Española (AES) para el Parlamento Europeo.
Leoncio Calle Pila, ‘Fito’, concejal de Falange Española en Santoña explicó a EL DIARIO que el fallecimiento de ‘Godofredo’ era una enorme pérdida pues «mejor persona no se encuentra en ninguna parte». Asimismo, comentó que «era único en la provincia de Santander y gracias a él aún quedan falangistas», por eso aseguró que honrarían su memoria en las celebraciones del 20 de noviembre o en la efeméride del asesinato de Carrero Blanco.
También fue presidente de la asociación cultural Almirante Bonifaz -un colectivo creado en los años 80 para defender los valores tradicionales- y fue uno de los asistentes a las conmemoraciones del 18 de julio que se celebran en el Santuario de la Bien Aparecida. Sin embargo, este año, su enfermedad no le permitió asistir.
En 2004, su nombre sonó con fuerza, aunque esta vez por razones económicas. Se personó como acusación particular contra el banquero José Pérez Díaz, ‘Pepe el del Popular’. Meses después retiró su denuncia y confesó que no le guardaba ningún rencor, pese a haberle desfalcado unos ocho millones de pesetas.