Publicado en Diario de Cádiz el 20 de Febrero de 1909.
Extraditado por la República Argentina, ayer llegó a Cádiz, a bordo del Satrústegui, el célebre bandolero, Joaquín Camargo El Vivillo. En el muelle de Cádiz había enorme expectación, pero Camargo fue llevado a un bote auxiliar para su traslado al arsenal de la Carraca, debidamente escoltado por la Guardia Civil. El Vivillo habló tranquilamente con la prensa. Manifestó su seguridad en ser absuelto de los delitos que se le acusan y espera que sean descubiertos los numerosos ‘vivillos’ que han cometido delitos haciéndose pasar por él. Joaquín Camargo manifestó que en Argentina llevaba una vida honrada trabajando en los muelles de Buenos Aires, pero fue delatado por un zapatero, natural de San Roque. Al llegar a los bombos de la Carraca (en la foto), El Vivillo fue llevado hasta el establecimiento ‘Las delicias del pasaje’, a la espera de la llegada del tren. Mientras permaneció allí firmó numerosas fotografías a personas que se acercaron curiosas. Al llegar el tren, Joaquín Camargo, esposado, fue introducido en un vagón debidamente escoltado.
Tomado de http://memoriadecadiz.es