Hoy pasé por “La Braguía” y me acorde de Carpio, además hoy hace justo dos meses que murió. Vivía en lo alto de La Braguía, en una cabaña en la que no hay ni luz, ni agua, ni teléfono, ni gas, ni nada. «Por Santiago, con el calor». Un vehículo regresaba de Selaya a Vega de Pas a las tres de la mañana y, al hacerlo, impactó con una de sus vacas. La mató, por supuesto. El vehículo sufrió importantes daños y denunciaron a Carpio. En primera instancia el juez le reclamaba 3.000 €, pero como no los tenía le amenazaban con embargarle 19 vacas curiosamente cuando sólo poseía en esos momentos 14. “Yo no se robar ni se matar. A trabajar sí me enseñaron. Mi padre era honrado y salí yo de esa condición.” Después de aquello, varias televisiones nacionales se interesaron por este pasiego. En una entrevista le preguntaron: «¿Qué le parece que Obama haya ganado las elecciones». Y Carpio, con toda honestidad contestó: «No conozco a esa señora»
Fuente:Sarón