La defensa es la que consigue campeonatos… O permanencias. Y el Racing defiende fatal. Es un Racing atacado de los nervios. Nervios atrás, adelante, en la banda y en el palco. Un Racing que lleva 14 partidos oficiales sin ganar… Y que además pierde de una manera martirizante para sus aficionados.
Otra vez el Racing dejó escapar puntos en un final de partido infame. Las rachas de buen fútbol o la posesión no deben impedir ver el bosque de la poca eficacia en la delantera y el incendio forestal que sufre la zaga.
Ya el planteamiento inicial con Nico Hidalgo y Minero en los laterales era una invitación al triunfo al Cádiz. Un equipo que es como un cocodrilo, que flota inerte para devorarte de improvisto por los flancos en un instante… Los santanderinos tocaban el balón sin hacer mucho daño para terminar perdiendo el esférico y sufriendo en esas bandas tan débiles. Pretender que Olaortua o Alexis sean Beckenbauer no parece un buen plan… Para eso es mejor que golpee el esférico un Luca Zidane menos participativo que otras veces.
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