Dos mares tiene Santander que enseñar al forastero: el mar casero, doméstico,útil, manso, apacible a los ojos y al oído, la bahía que hemos visitado; y el mar libre, bravo, proceloso, indomado y rebelde, la costa adonde vamos ahora…
Amós de Escalante, Costas y Montañas