Sentido adiós a los frailucos de Perines

ADIÓS A LOS FRANCISCANOS
En la historia de una ciudad, sesenta y cuatro años no es nada; eso mismo, en la vida de sus gentes, es más de media vida. Por el año 1954, llegaban a Santander estos «Hermanos menores»,como se denominan ellos y esparcían desde el principio el aroma sobrio, humilde, directo y bonachón de su fundador, Francisco de Asís. Este, intuyó a Dios como «el bien total, el sumo bien» «el sólo verdadero Dios, que es el bien pleno, el todo bien, el total bien, el verdadero y sumo bien, que es el sólo bueno». Dejó todos sus bienes, viniendo a la nada, para ganar EL BIEN. Este «Bien», será el principio que inspirará y regirá la Escuela Franciscana. Como dijera el de Asís, venían del otro lado del Nervión, para «curar heridas, para unir lo que se ha venido abajo y para llevar a casa a los que han perdido su camino.» En su obra «Canto de las criaturas», uno de los primeros documentos ecologistas, escrito allá en 1226, dice:» alabado seas mi Señor por el hermano sol, por la hermana madre tierra, por el hermano viento, por las flores, por los árboles, por nuestra hermana la muerte corporal.» Ojalá, que tras la marcha de estos «Hermanos menores», quede en nosotros
este ejemplo de hombres de pobreza, moderación en gastos y más en estos tiempos; de paz, que aman y guardan la creación y de respeto por las criaturas de Dios y el entorno en que vivimos. La pobreza, de esa forma entendida y como lo demuestran los grandes dramas civiles de nuestra era, puede ser el principio, la condición para una solidaridad social,que la riqueza egoísta, en cambio, compromete o rechaza de inmediato. Gracias y adiós, «frailucos», os vais; finalmente el entusiasmo se rindió a la capacidad; pero os quedáis en nuestro corazón, como se quedan los que dejaron su vida aquí y reposan en Ciriego mirando para siempre a la Virgen del Mar.Ciertamente, sesenta y cuatro años en Perines no se podrán borrar jamás.

José Angel Passolas Soberón (Publicado en El Diario Montañés)

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