Apenas inaugurado su gobierno, da a Santander un fuero que conservamos en romance, pero de absoluta autenticidad, porque se hallaba inserto en un privilegio rodado de Alfonso XI, que contenía otra confirmación de su padre Fernando IV.El escriba del siglo XIV ha romanceado los textos. San Fernando,
en 30 de julio del año 1219, no sólo confirma el fuero concedido por su abuelo Alfonso VI11 a Santander, sino que lo reproduce sin omitir ninguna disposición. Se reconoce el señorío al abad, señala diversos casos de procedimiento judicial en que ha de intervenir el merino y el sayón, recuerda la exención de portazgo hasta de los paños y demás mercancías que llegasen por mar, se menciona el caso de nave destruída en el puerto y no se
prescinde ni de la vetusta dependencia respecto a Sahagún. La autenticidad del fuero cobra prestigios indudables.
Todavía ese mismo año 1219, en 7 de noviembre, desde
Burgos, da San Fernando una carta a Castro Urdiales. El año
siguiente de 1220 concede el rey un privilegio a Santillana.