«Diga usted a mi hermano que muero por la patria y por él»:ALEJANDRO GARCÍA, EL SOLDADO CAMPURRIANO HÉROE DE MELILLA

Fuente
Gran Enciclopedia de Cantabria
 1985

Alejandro García Saiz, ‘El soldado’
Militar. (Aldueso, ¿?–Melilla, 1911).


Nació en un hogar de labradores y de familia numerosa. Su hermano Nicanor, mayor que él, emprende la carrera eclesiástica en Arija y en Burgos y es una figura fundamental en la vida de Alejandro. En 1904 falleció su madre, siendo los hijos todavía jóvenes y Alejandro trabajó como minero para que pudiera estudiar su hermano y para mantener la casa. El 1 de marzo de 1907, cuando Nicanor tenía que incorporarse al servicio militar en Santander, se presenta Alejandro y le dijo a Nicanor: «Tú no vas al servicio; tengo ya pensado desde hace mucho tiempo el modo de resolver tus quintas, para que tú puedas ser sacerdote». El día 4 de aquel mismo mes, Alejandro se alistó por su hermano en el Regimiento de la Infantería de San Miguel, número 44, destinado a la 4ª Compañía del 28 Batallón. Se licenció el 29 de mayo de 1909 y regresó a casa para seguir trabajando como minero y ayudar a su familia.

 
Ese mismo año de 1909 fue llamado para incorporarse a filas y desplazarse en Melilla el 29 de agosto. El 14 de septiembre de aquel mismo año fue designado al frente en el Regimiento de San Fernando, número 11, y dos días después salió a campaña el minero, como le llamaban sus compañeros, con la 3ª compañía del II Batallón, teniendo que intervenir en los duros combates de Segadán.
 
El 15 de julio de 1911 le concedieron licencia ilimitada y regresó a su casa y a su trabajo como minero. Sin embargo, al recrudecerse los enfrentamientos en el norte de África, regresó el 28 de agosto de 1911, a Melilla. García Saiz combatió durante un tiempo a orillas del río Quer hasta que el 11 de octubre «dos balas cruzaban la cabeza de Alejandro enrojeciendo su terroso uniforme», como escribe el teniente coronel García Pérez en su diario de campaña. Un sargento restañó sus graves heridas y permaneció un mes en el hospital Docher de Melilla. Poco antes de morir, el 9 de diciembre de 1911, rogó le pidió al capellán: «Diga usted a mi hermano que muero por la patria y por él».
 
La ciudad de Santander organizó en honor de este soldado un solemne funeral, con asistencia de toda la tropa, en la parroquia de Santa Lucía. El Rey Alfonso XIII, entregó a su hermano Nicanor, por Real Orden de 15 de abril de 1913, la Cruz de Primera Clase del Mérito Militar con distintivo blanco a título póstumo. Su hermano Nicanor fue sacerdote y párroco de Matamorosa, pero falleció muy joven el año de la gripe, 1918. 
 
La ciudad de Santander honró la heroicidad de Alejandro García concediéndole en 1913 la calle transversal de Canalejas a Tetuán que lleva su nombre
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