En el escudo de Santander, y también en el de Laredo, se puede apreciar la Torre del Oro de Sevilla en honor a las naves cántabras que allí se citaron para romper las cadenas que unían Triana con el resto de la ciudad impidiendo el paso por el río Guadalquivir. Ocurrió en 1248 en la recuperación de la ciudad durante la Reconquista, en manos de los musulmanes hasta ese momento. Durante el reinado de Fernando III de Castilla se reconquistaron, además de Sevilla, Córdoba, Jaén y Murcia; relegando el control musulmán a Málaga, Granada, Cádiz, Huelva y Almería.