Además de las reliquiasde los santos Emeterio y Celedonio, la Catedral de Santander conserva un fragmento de la Santa Cruz y una reliquia del brazo de San Germán
San Germán padesció martirio junto a Cádiz y su santo cuerpo fue enterrado en Mérida, otros dicen que en Sevilla. Celebra la Iglesia su fiesta a veinte y tres de octubre. Tampoco se sabe cómo haya venido esta canilla de su santo braza a esta iglesia (Catedral de Santander). Tienen/a guarnecida de plata en forma de braza con su mano y peana de lo mesmo; por ser reliquia que se puede traer manualmente, la sacan de ordinario en las procesiones generales.
(Memorial de Juan de Castañeda)
Servando y Germán fueron hijos del capitán centurión Publio Elio Marcelo y de su esposa Nonia (más tarde San Marcelo y Santa Nonia), y tuvieron diez hermanos más. Publio Elio Marcelo recibió la orden de marchar a la provincia africana de la Mauritania Tingitina, donde morirá degollado tras hacer pública su fe en Cristo y negarse a celebrar la fiesta del nacimiento del emperador Valerio. Su esposa subiría a los altares, junto a Publio Elio Marcelo, como mártir de la fe con la muerte más dolorosa posible: la que se produce por la pena. Sus doce hijos seguirían sus pasos.
Según la leyenda, Servando y Germán eran legionarios de Roma, y estando en Mérida fueron delatados por sus compañeros de armas como cristianos y al confesar su fe en Jesucristo fueron encadenados de pies y manos y encerrados en prisión hasta que su voluntad se rompiera. Pero una vez terminaron las persecuciones de Adriano, y nuevamente libres, predicaron con más ardor y valentía la fe de Jesucristo.
La persecución de Diocleciano coincido con el gobierno en Mérida de Viator, prefecto romano y ferviente pagano, que mandó prender nuevamente a Servando y Germán, sometiendolos a nuevos y crueles tormentos. Pero, cuenta la historia, nada pudo quebrantar la fortaleza de los mártires. Ni la escasez de comida, ni de agua, ni la falta de luz y movilidad. Tanta fue su voluntad, que Viator, tras recibir orden de marchar a la provincia Tingitana (hoy Marruecos), decidió llevar consigo a los dos hermanos, que tuvieron que realizar el camino de Mérida a Cádiz cargados de cadenas y caminando descalzos. Temiendo que muriesen en la travesía, y desesperado por no conseguir su objetivo, decidió que fuesen degollados (decapitados, según otras fuentes) el 23 de Octubre de 290 en un lugar denominado Collado Ursoniano, antes de la isla de Cádiz, donde ocurrieron varios milagros que lograron la conversión de muchos gentiles presentes.
Según la tradición, los cuerpos de ambos hermanos mártires permanecieron en el cerro hasta que años después, San Germán fue trasladado a Mérida y San Servando a Sevilla.
Los santos San Servando y San Germán fueron nombrados Patronos de Cádiz en 1617.