¿Te has fijado que en la calle Burgos sólo hay edificios antiguos en un lado? En el norte, concretamente. La razón se remonta al siglo XVIII, cuando la construcción de los grandes barcos de vela españoles que surcaban los océanos estaba en todo su apogeo en la bahía de Santander. Es la época en la que nace el astillero de Guarnizo (hoy municipio de El Astillero), se construye la fábrica de cañones de La Cavada y se deforestan muchos bosques de la región. . Pues bien, en el lado sur de la actual calle Burgos, cuando la ciudad apenas llegaba a esta zona, Juan Fernández de Isla levantó por entonces el llamado Tinglado de Becedo, una nave alargada donde se producía la jarcia, es decir, las cuerdas, de los barcos que se construían en la bahía. . La actividad de este edificio cesó pasado un tiempo, pero su estructura perduró dividida en diversas propiedades en las que funcionaban talleres, almacenes… Muchos de ellos continuaron existiendo hasta bien entrado el siglo XX, cuando se fueron reemplazando por las actuales construcciones
Tomado de Safari Santander (@safarisantander) en Instagram