Y te vas recto, recto
¿como el río a la mar?
A la mar de muerte
tus alamares van.
No como el agua dulce
que duda y vuelve atrás
antes del trago amargo
de efervescencia y sal,
sino como la bala
que ciega y recta va
al blanco que la hechiza
con pupila fatal,
tú, bala de ti mismo,
vas a la muerte imán,
proyectil, línea, héroe,
alma, sin paso atrás.
La balanza equilibra
la suerte y la muerte igual.
“Islero” a Manuel reta.
Manuel a su isla va.
Rodeados de sombra
de espesa inmensidad,
solos allá en su isla
se entrecruzan en paz.
Gerardo Diego. Adios a Manolete