En 1574 ya se había construido un castillo de gran empaque, con altos baluartes por la parte de tierra y dos baterías artilleras hacia la mar, más o menos donde hoy se encuentra el Palacio de la Magdalena; fue bautizado con el nombre de San Salvador de Hano, ya que este último era el apelativo con que se conocía a la península que hoy llamamos de la Magdalena. Fue labrado con motivo de la gran armada aprestada por el insigne marino y militar Pedro Menéndez de Avilés para el castigo a los rebeldes flamencos. Pero esta primera fortificación renacentista de Cantabria, donde murió de peste su fundador a finales de aquel mismo año, pronto se mostraría insuficiente para resolver completamente el problema de la defensa de la entrada de la bahía, ya que, si bien defendía de desembar- cos al Sardinero e impedía los acercamientos desde su abra por mar.
SAN MARTIN DE BAJAMAR Y EL DIQUE DE GAMAZO