La supuesta ballena fue vista en San Sebastián desde el Igueldo, que se dirigía a Cabo Machichaco. Al día siguiente apareció muerta en la playa grande de El Sardinero, cerca de los Molinucos y resultó ser un ejemplar del grupo de los
delfines, vulgarmente conocido como puerco de mar.
Don Augusto G. de Linares estuvo examinándolo para ver la forma de transportar su esqueleto a la Estación de Biología Marítima, que dirige el sabio paisano.
(El Correo de Cantabria, 15-XII-1890.)