En los primeros siglos de la Reconquista los cristianos apellidaron al trecho de Cantabria limitado por el mar y los ríos Saja y Miera, Asturias de Sancto Anderio, «por existir-dice un autor-la cabeza del mártir alférez español San Emeterio en la iglesia del pueblo de los romanos llamado Puerto de la Victoria». Mas también se supone que los vecinos, que sentían punzado su amor propio por el recuerdo de la esclavitud de la patria, y por consideraciones de índole religiosa en contra de las denominaciones paganas con que Roma apellidaba la toponimia de sus dominaciones, lo transformaron por el de Portus Sancti Emeteri