“Santander es sorprendente: todos los hombres, tanto los de arriba como los más bajos, llevan hábitos de caballeros, incluyendo capas y espadas”.
El Príncipe de Gales viajó de incógnito a España en 1623 para conocer a la que iba a ser su esposa, la hermana de Felipe IV. El fracaso de las negociaciones dio paso a una guerra entre ambos reinos donde se impuso claramente la Monarquía Hispánica
El Príncipe de Gales decidió poner en riesgo su vida al emprender un viaje a España a través de Francia, acompañado únicamente del conde de Buckingham y otros dos caballeros, con quienes cruzó medio continente de incógnito. El Príncipe llegó en solitario el 17 de marzo a Madrid, y no fue sino un mes más tarde cuando su padre despachó un barco de la Armada Real, El Aventurero, con séquito suficiente como para formar una pequeña corte en torno al heredero. Arribó el navío a Santander en 18 de abril, desde donde los nobles y caballeros que lo componían emprendieron prontamente camino de Madrid.
Entre los que llegaron a Santander se encontraba un Caballero de la Cámara Privada de Carlos Estuardo, sir Richard Wynn, quien posteriormente llegaría a desempeñar el cargo de Tesorero de la reina Enriqueta María, cuando el Príncipe de Gales alcanzó a ser Rey. Vástago de una notable familia galesa, era un noble refinado y culto que incluso hablaba latín, como en varios pasajes de su relato se encarga de consignar, lo que no era obstáculo para que se manifieste pleno de prejuicios sobre los españoles. A su regreso a Inglaterra escribió un interesante y expresivo relato del viaje de poco más de un mes por tienas de Cantabria y de Castilla.
Los servidores del Príncipe durante su viaje por España, en el año de 1623, describen Santander así:
“El pueblo de la ciudad es sorprendente: todos los hombres, tanto los de arriba como los más bajos, llevan hábitos de caballeros, incluyendo capas y espadas. No harán ninguna tarea desagradable, porque hacen de sus mujeres esclavas, no sólo dedicadas a trabajar la tierra, plantar y podar viñas, sino también a cargar todo tipo de bultos, tal como nuestros porteadores en Inglaterra”.