Cristo de la Tercera Caída. Manuel Cacicedo.
A pesar de no haber nacido en Santander ciudad, consideramos a Manuel Cacicedo como santanderino.
Manuel Cacicedo Canales,escultor, nació en Udalla en 1909 y falleció en San Román de la Llanilla en 1990. Alumno de Moisés Huerta, estudió en la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao.
Fue becado por la Caja de Ahorros Vizcaína en 1936 para estudiar en París y Bélgica, pero la Guerra Civil abortó el proyecto. A partir de 1941 estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, obteniendo el premio fin de carrera Aníbal Álvarez. Continuó estudios de imaginería en la Escuela de Santa Isabel de Hungría en Sevilla, siendo número uno de su promoción.
En 1950 instaló su taller en Bilbao y en 1961 regresó a Santander. Entre sus obras de carácter religioso, de un realismo tradicional, están el Cristo de Villaverde de Trucíos (1945), el Cristo de la Tercera Caída, para la hermandad de la pasión de Pamplona, el paso de La Virgen de la Esperanza (1959) de la Parroquia de San Francisco, el Cristo de la Agonía de Santoña (1959) o el paso La entrada triunfal en Jerusalén. Este último realizado entre 1967 y 1976 está considerado por muchos como el más notable conjunto procesional de este tema entre cuantos desfilan en España por sus proporciones, calidad técnica y magistralidad interpretativa.
Entre los monumentos, la estatua al obispo José Eguino y Trecu (1968), próxima a la catedral, el monumento a Don Daniel, fundador de la obra San Martín (1972) o el Monumento a la Vaca (1983). Su obra es figurativa, académica, sencilla, de buen acabado.
Hay que destacar, por su especial gracia, el Gitano, donado al Museo de Bellas Artes en 1961.
Fue becado por la Caja de Ahorros Vizcaína en 1936 para estudiar en París y Bélgica, pero la Guerra Civil abortó el proyecto. A partir de 1941 estudió en la Escuela de Bellas Artes de San Fernando, obteniendo el premio fin de carrera Aníbal Álvarez. Continuó estudios de imaginería en la Escuela de Santa Isabel de Hungría en Sevilla, siendo número uno de su promoción.
En 1950 instaló su taller en Bilbao y en 1961 regresó a Santander. Entre sus obras de carácter religioso, de un realismo tradicional, están el Cristo de Villaverde de Trucíos (1945), el Cristo de la Tercera Caída, para la hermandad de la pasión de Pamplona, el paso de La Virgen de la Esperanza (1959) de la Parroquia de San Francisco, el Cristo de la Agonía de Santoña (1959) o el paso La entrada triunfal en Jerusalén. Este último realizado entre 1967 y 1976 está considerado por muchos como el más notable conjunto procesional de este tema entre cuantos desfilan en España por sus proporciones, calidad técnica y magistralidad interpretativa.
Entre los monumentos, la estatua al obispo José Eguino y Trecu (1968), próxima a la catedral, el monumento a Don Daniel, fundador de la obra San Martín (1972) o el Monumento a la Vaca (1983). Su obra es figurativa, académica, sencilla, de buen acabado.
Hay que destacar, por su especial gracia, el Gitano, donado al Museo de Bellas Artes en 1961.
En la casa en la que habitó en San Román de la Llanilla está instalado actualmente su museo.