ES LA TRADICIÓN MÁS ANTIGÜA DE LA CIUDAD DE SANTANDER, CON MÁS DE 500 AÑOS DE ANTIGÜEDAD.
El Voto de San Matías se instituyó un 12 de noviembre del año 1503 y su celebración sólo se interrumpió en 1937, con motivo de la contienda Civil, por lo que es la tradición más remota de la ciudad de Santander.
La instauración del Voto nació de un curioso hecho piadoso. Todo comenzó cuando el entonces poblado de Santander padecía una grave epidemia de peste. Ante el temor de que la villa quedara despoblada por este azote, se reunieron en la entonces Abadía (Catedral desde 1754) las autoridades civiles y eclesiásticas, junto al pueblo, en oración piadosa, para pedir auxilio a Dios.
Para ello, decidieron interceder a Cristo por medio de los doce apóstoles y para ello el pueblo allí congregado acordó encender, al mismo tiempo, 12 velas exactamente iguales, las cuales llevaban inscritos los respectivos nombres de los discípulos del Señor.
La última de las candelas que se apagó, fue la de San Matías apóstol. Desde ese momento tomaron a este santo “por su Patrono e Amparador, e defensor, e guardador de dicho pueblo, e de sus alquerías y vecindad, para agora por siempre jamás, para que le guarde de todo mal y en especial de la pestilencia (peste)”, tal como queda recogido en un acta notarial levantada el domingo 12 de noviembre del año 1503.
Desde entonces, esta solemne promesa se cumple cada 14 de mayo, día en que la Iglesia conmemora la festividad de San Matías, que fue el último discípulo que se incorporó como apóstol de Jesús. En esta jornada se celebra desde entonces el Voto y la Capitulación de San Matías, en la Catedral.
Además, en el interior del templo catedralicio, se levantó un altar en su honor y se acordó que esta solemnidad se celebrara con una procesión, previa a la misa, que portara la imagen del santo, con doce velas encendidas, y que discurriera por el claustro de la Catedral de Santander.