Durante el período de su regiduría, el conde de Villafuertes presentó su luminoso informe sobre las corridas de toros
para albergar recursos, al mismo tiempo que se hacían cuestaciones públicas y domiciliarias, para la Casa de Expósitos. «Una postulación constante y una honesta diversión son los únicos recursos -escribía el conde- para tener todos los años o lo menos treinta mil reales a beneficio de nuestra desamparada Casa». Y luego explicaba en qué consistían ambas: «Ahora vamos al otro arbitrio, que es la honesta diversión. Ésta no es otra cosa que tres o cuatro corridas de novillos en el discurso de cada verano sin que ninguno se demuestra por perjudicial a la Agricultura, haciendo una plaza de barreras en las Atarazanas o hacia el lavadero de Becedo o si no, pasado el arco de la calle Alta; éste es un inocente recreo de que gusta tanto la nación que por medianos que sean los animales es inmensa la concurrencia y está aquél tan autorizado en todas partes que muchos de Santander han visto presenciar en Burgos este género de diversión.
S XVIII:corridas de toros en Atarazanas a beneficio de la Casa de Expósitos
“Santander. Biografía de una ciudad”, capítulo V, de José Simón Cabarga. Centro de Estudios Montañeses (1954).