Gutiérrez Solana, en “La EspañaNegra” lo refiere así:
el antiguo café del Brillante, donde los más famosos cantadores de flamenco y las mejores bailadoras trabajaban…
A partir de 1880 y hasta la primera década del siglo XX, en toda España cunde la moda de los cafés cantantes que exhiben espectáculos flamencos, llegando incluso a llamarse lo sque se especializaron en este género Cafés flamencos.En Santander llegó a haber hasta tres.
Situado en la calle de Atarazanas, su actividad principal era el baile y el cante flamencos.Se reconvirtió años más tarde en el Salón de Variedades.La mayoría de su actividad se centra en la música y el baile flamenco,actuando artistas de la talla de las bailaoras y cantaoras Inés Giménez e Isabel Vives, de Sevilla.En 1895 debutó en el café del Brillante del cantaor de origen montañés don Antonio Revuelta, introductor de la guajira.
Ya en 1914 se instaló allí el Ateneo de Santander y el conjunto ardió una noche del año 1917.
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