FOTO:Ricardo Vega Uslé |
Nuestra Señora de la Esperanza.
Hoy se celebra la festividad de Nuestra Señora de la Esperanza.En nuestra ciudad se venera de modo muy especial esta advocación de la Virgen María en la parroquia de San Francisco, donde la Virgen de la Esperanza tiene un altar propio.
La cercanía al mercado, lo céntrica que está la iglesia hace que multitud de santanderinos hagan un alto en sus quehaceres diarios para saludar a su Señora.El 13 de mayo de 1.958 se encargó la talla de madera policromada de la imagen al escultor Manuel Cacicedo Canales.Quiso Cacicedo en esta bellísima Virgen, aunar la Expresión anhelante de María ante el nacimiento de su Hijo (advocación de la expectación o esperanza), con las lágrimas por su pasión y muerte, en la espera de la resurrección.
La Real Hermandad y Cofradía de nazarenos de Nuestra Señora de la Esperanza y San Juan apóstol, desfilaba en un principio solamente en jueves y viernes Santo. Por una iniciativa del Consiliario de la Hermandad, D. Antonio Cossio, el Lunes Santo 8 de abril de 1.963 se realiza la primera procesión a visitar a los enfermos del Hospital Marqués de Valdecilla, con el beneplácito de su Capellán Monseñor D. Jacinto Pérez Bracho y del director del centro.
Años más tarde, en 1.969,salio por primera vez en Sábado Santo a las 7 de la mañana en la procesión de la Soledad.
Actualmente, la Virgen de la Esperanza procesiona los Lunes, Viernes y Sábado Santo.
Actos para la festividad de Nuestra Señora de la Esperanza: Misa solemne en la iglesia de San Francisco a las 19:30.
Oración:
“¡ Oh Madre del Santo amor!
¡Oh vida, refugio y esperanza nuestra!
Vos bien sabeis que, no contento vuestro Hijo Jesús con hacerse nuestro perpetuo abogado junto a su eterno padre, quiso que Vos tambien os interesaseis con El para alcanzar la divina misericordia.
Espero, Señora, que por los meritos de Jesucristo y por vuestra intercesión he de salvarme. Así lo confío, y lo confío tanto, que si mi salvación eterna estuviese en mi mano la pondría luego en las vuestras, pues mas confío en vuestra misericordia y protección que en todas mis obras.
Madre y esperanza mia, no me abandoneis aun cuando lo merezco.
Mirad mis miserias y apiadandoos de mi socorredme y salvadme. Amén”
(100 días de indulgencia)
¡Oh vida, refugio y esperanza nuestra!
Vos bien sabeis que, no contento vuestro Hijo Jesús con hacerse nuestro perpetuo abogado junto a su eterno padre, quiso que Vos tambien os interesaseis con El para alcanzar la divina misericordia.
Espero, Señora, que por los meritos de Jesucristo y por vuestra intercesión he de salvarme. Así lo confío, y lo confío tanto, que si mi salvación eterna estuviese en mi mano la pondría luego en las vuestras, pues mas confío en vuestra misericordia y protección que en todas mis obras.
Madre y esperanza mia, no me abandoneis aun cuando lo merezco.
Mirad mis miserias y apiadandoos de mi socorredme y salvadme. Amén”
(100 días de indulgencia)