Los baños de ola

La moda de los baños de mar fue importada de Inglaterra y Francia a mediados del siglo XIX.

Esta costumbre trajo a los primeros bañistas a la playa del Sardinero, en Santander.

Todo comenzó con el entusiasmo médico por el agua de mar; asmáticos, deprimidos y afectados por problemas circulatorios pueden beneficiarse del mar como una fuente de salud, lo que da lugar al llamado Baño de Ola, una modalidad terapéutica que atrajo aquel siglo a los primeros veraneantes a las playas de El Sardinero, uno de los lugares más privilegiados de la ciudad, tanto por su ubicación geográfica, como por las condiciones que se daban.

Estos son algunos de los motivos por los que El Sardinero pasó a convertirse en un centro neurálgico del turismo en el norte de España.

Destino turístico de la alta aristocracia que situó a Santander con ciudades como Niza, Cannes, Biarritz….

El desarrollo del turismo en Santander comenzó en 1847. En ese año se publica el primer anuncio de Los Baños de Ola en “ LA GACETA DE MADRID”, el 17 de Julio, con este texto: “Baños de Oleaje en el Sardinero.

Habilitados los baños de ola en la espaciosa playa del Sardinero de Santander, han empezado a ser concurridas de sus naturales y de muchos forasteros.

Nada se ha omitido a efecto de que los bañistas hallen todo lo necesario que requiere esta clase de establecimientos: seguridad y comodidad en los baños, camino hecho especialmente para ellos y un carruaje a propósito destinado a su servicio”.

Desde 1906 y hasta la proclamación de la II República, los Monarcas Españoles disfrutaron cada verano de la belleza de Santander, Don Alfonso XIII se sintió desde muy joven atraido por el buen clima y la gente que vivían en Santander.

La rina Victoria se sentía muy interesada por los paisajes marinos de nuestras costas, que la recordaban a su Escocia natal.

Llegados los veranos, El Sardinero se convertía en un gran centro social y un gran balneario natural, aunque los baños de olas eran “ poco conocidos”, pero estaban recomendados por los médicos para curar afecciones de la piel ó de respiratorias, y curar heridas.

Pasado los años de 1850 aumento el numero de veraneantes a tomar los baños del Sardinero, y se empieza a levantar las primeras fondas y hoteles y se planifican reuniones sociales, bailes y jardines como lugares de paseo y disfrute, y en torno a esto la ciudad vio como nuevos edificios como el Casino, el Hotel Real, Hipódromo de Bellavista… fueron situando a la ciudad en uno de los referentes del turismo de la época.

El traje de baño era un complemento fundamental para tales prácticas, conforme a la progresión de gustos y a la moralidad de la época.

En cuanto al numero de prendas resultó bastante estricto, materias textiles, diseños y colores.

La confección del traje de baño se componía de dos piezas, un pantalón hasta el tobillo o la media pierna y una blusa.

Para las señoras o señores se tenia muchas variedades en cuanto a la forma y al color.

El calzado solía de plano de cuero amarrado con cintas.

La complejidad ed estos trajes obligaban que los cambios de ropa tuvieran que hacerse en unas casetas instaladas en las playas a tal efecto y equipadas para la ocasión.

José María de Pereda recoge en su novela Nubes de Estío el ambiente social que gira en torno a los baños de ola en Santander.

En España, por ejemplo, la empresa Hauser y Menet cifraba en 1902 su producción mensual en medio millón de postales, y de algunos autores de éxito como Antonio Cánovas del Castillo y Vallejo, más conocido como Kaulak, abogado y fotógrafo aficionado, sobrino del político del mismo nombre, con la intención de tomar fotografías para publicar una serie de postales ambientada en Santander.

Esta serie, titulada Los baños del Sardinero, narra a través de diez postales la historia en la que son protagonistas unas bañistas y su bañero.

La serie fue publicada completa en el libro Santander en la tarjeta postal ilustrada (1897-1941).

Se crea la Sociedad Amigos del Sardinero, en el año 1907 que se encargaba de organizar todos eventos referentes a los programas de fiestas en los veranos en el Sardinero.

La sede de la Sociedad fue un Pabellón situado en la Avenida de los Hoteles, frente al Hotel París

La Sociedad en 1910, se financiaba a cargo de sus socios;hoteleros, propietarios de balnearios, propietarios de casas de alquiler, propietarios de tranvías.

Su promoción se hacía con guías y la oficina de información de la que disponían, a la vez que tenían contratación de servicios turistícos haciendo reserva de habitación, de las casas de alquiler o billetes de tren.

Fue tal la importancia de esta Sociedad, que en 1916, los chalets alquilados en el Sardinero era del 30%.

¿ En qué consistía el Baño de Ola?

Consistía en que cada tres olas, la persona tenia que recibir el golpe del mar en el lugar que el doctor le prescribía. eran muy buena para los dolores reumáticos y para las dietas adelgazantes de entonces.

El primer Baño de Ola no debe realizarse hasta dos días después de la llegada al punto costero, una vez que el individuo se haya aclimatado al nuevo ambiente.

Las horas de baño más favorables son entre las diez y las cinco de la tarde, y a ser posible con marea alta, porque el agua estará más caliente, más limpia y próxima, y las olas son más numerosas .

El Baño de Ola no debe tomarse en reposo, debe estar precedido de un ligero ejercicio físico o de la exposición al sol.

La inmersión en el mar debe ser completa y rápida, sin indecisión, por lo que así la sensación de escalofrío primario se reduce al mínimo en intensidad y duración.

CANTABRIA Y SANTANDER EN EL RECUERDO

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