La Diócesis de Santander quiere recuperar el único muro que queda en pie del antiguo Castillo de San Felipe

El obispo de Santander, Mons. Manuel Sánchez Monge ha dado a conocer que la Diócesis de Santander quiere recuperar el único muro que queda en pie del antiguo Castillo de San Felipe o Castillo del Rey, ahora oculto por las dependencias capitulares catedralicias (fondo de la catedral), así como la torre de vigilancia de la esquina suroeste. La intención es llevar a cabo una reestructuración completa del edificio, respetando el conjunto monumental, que albergaría un museo y sala de exposiciones, así como el archivo diocesano.

Mons. Sánchez mostró su satisfacción porque estas actuaciones servirán para que los cántabros y visitantes puedan conocer parte del corazón del conjunto catedralicio, que corona el alto de Somorrostro y por tanto fue una de las primeras edificaciones medievales.

El muro que se recuperará, de más de dos metros y medio de ancho, será visitable y una escalera interna permitirá subir por él para contemplar una perspectiva nueva de la Catedral y de la ciudad de Santander.

Esta actuación corresponde a la quinta y última fase del llamado Plan Director de la Catedral, elaborado a finales de los años noventa por los historiadores ya fallecidos, el sacerdote Joaquín González Echegaray y José Luis Casado Soto. Respecto al inicio de las obras se ha avanzado que pasará más de un año porque actualmente solo existe el anteproyecto.

La Diócesis solicitará al Ministerio de Fomento que la actuación se beneficie con el llamado 1% Cultural, que equivaldría al 75% del coste del proyecto, estimado aproximadamente en 1,7 millones de euros. El 25% restante se buscaría de “otras fuentes”, incluida la propia Diócesis.

El 1% Cultural es destinado por Fomento cuando ejecuta grandes obras (autovías, etc.), de modo que con ese 1% cedido, se puedan realizar obras de índole cultural, como es el caso de la quinta fase del Plan Director de la catedral. De hecho, de este mismo fondo se obtuvieron recursos económicos en el 2000 para transformar la torre de la catedral en el actual museo que alberga.

El anuncio de esta importante ejecución que enriquecerá el patrimonio de la diócesis de Santander fue dado a conocer conjuntamente por Mons. Sánchez y la alcaldesa de Santander, Gema Igual. Asimismo se hallaron por parte del Obispado Dolores Gutiérrez en calidad de técnico del Archivo Histórico Diocesano, el concejal de Urbanismo, César Díaz, y el arquitecto David Arce, entre otros.

David Arce explicó que el antiguo Castillo del Rey o de San Felipe llegaba hasta donde ahora está la antigua sede del Banco de España y el único muro que queda en pie está revocado y adosado a un patio interior de unas dependencias capitulares cuyos usos han ido desapareciendo y que ahora están infrautilizadas (sala capitular y anexos).
Dependencias capitulares

Las dependencias capitulares, tradicionalmente utilizadas desde antaño por el Cabildo catedralicio, están ubicadas en la esquina sureste, es decir entre el claustro y la sacristía de la catedral. Contienen en la actualidad varias estancias, todas ellas de uso restringido para los miembros de cabildo, tales como la Sala Capitular o el despacho del deán.

Para aprovechar este espacio y recuperarlo, el proyecto establece que se concentrarán en una sola planta las dependencias de uso privado catedralicio, que ahora están dispersas por tres, y que se albergarán en una nueva cuarta planta bajo cubierta de 300 metros cuadrados.

También será rehabilitada la vivienda donde residen las monjas de la congregación de Santa María Madre de la Iglesia que son las encargadas de dignificar el templo y de orar ante el Santísimo.

Las otras tres plantas ofrecerán en conjunto 700 metros cuadrados de uso público, que incluyen un espacio de usos múltiples de 300 metros cuadrados para museo y sala de exposiciones, conferencias, etcétera; y otro de 400 metros cuadrados para Archivo Diocesano, este último, dividido en dos plantas.

Nuevos espacio Archivo Diocesano

El actual Archivo Diocesano incluye tanto documentos de las parroquias, como civiles; de antiguos concejos y otras entidades territoriales, que abarcan desde el siglo X y sobre todo a partir del XVI hasta hoy. Esto se debe a que a partir del Concilio de Trento se establece que se tengan en las parroquias libros de registros de los sacramentos administrados, así como padrones. Ahora todo esto es una valiosa información.

También el Archivo alberga una colección de 250 pergaminos de monasterios cántabros, como el de Santo Toribio de Liébana o la Colegiata de Santillana del Mar, Castro Urdiales, monasterio de La Canal, así como vistosos libros de cantorales de gran volumen que proceden del siglo XIII.

Según ha detallado la técnico del archivo diocesano, Dolores Gutiérrez, sus documentos ocupan 500 metros lineales y crece al ritmo de diez metros lineales anuales, el 80% de ellos correspondiente a documentación histórica.

Dolores Gutiérrez destacó que se trata de documentos “muy importantes” porque abren las posibilidades de la investigación histórica respecto a Santander y Cantabria –desde demográficas a culturales o religiosas–, ya que muchos pueblos cedieron su documentación a las parroquias y ahora están en el Archivo Diocesano. “Hay un campo amplísimo de investigación de cómo se era y se pensaba hace 500 años”, explicó.

Además, desde el punto de vista de la documentación civil, el archivo contiene actas de concejos, visitas a montes, libros de cuentas, etc. Estos documentos son de un valor muy importante porque a partir de ellos se pueden estudiar muchas investigaciones sobre demografía, epidemias, historia económica, cultura y mentalidades, religiosidad popular de los entonces habitantes de esta área geográfica que ahora llamamos Cantabria.

Recuperación antigua calle Los Azogues”

Por otra parte, la alcaldesa, Gema Igual, anunció que la cuarta fase del Plan Director de la Catedral comenzará a ejecutarse a final del verano o a principios de este otoño. Estas obras se realizarán primero que las descritas anteriormente que afectan al edificio capitular y a la recuperación del muro de San Felipe.

La cuarta fase incluye la recuperación de la esquina nordeste de la Catedral (detrás Banco de España) y la calle más antigua de la ciudad, los Azogues, donde se construirá un contrafuerte para que la basílica vuelva a parecer elevada, pues históricamente estuvo en alto. Esta calle antaño discurría por delante de la iglesia del Cristo.

La actuación incluye una excavación arqueológica que se realizará paralelamente a las obras en la oquedad en donde hoy existe un pequeño jardín al pie de las escaleras que parten de la sacristía del Cristo.

Gabinete de Prensa Obispado de Santander
Santander 10 marzo-2017

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