Para Juan Hormaechea,santanderino de nacimiento, el amor a Santander le era consustancial. No franquició nuestra ciudad para despersonalizarla,ni la hizo rehén de decisiones de partido. Se preocupó por su historia y tradiciones y la engrandeció.Y aquí siguió, sin desaparecer como otros exalcaldes.
Un año sin Juan Hormaechea, santanderino de alma y corazón

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