1968: el popular barquillero Clemente López a la puerta del Instituto Santa Clara

Al grito de ¡Al rico barquillo de canela! hacia notar sub presencia el barquillero, con su barquillera colgada a la espalda en bandolera, por las calles, parques y plazas. Muchos hacían ellos mismos los barquillos con harina sin levadura,azucar o miel y un toque de canela.Los metían en las barquilleras o bombos, que íban decorados con llamativos dibujos y frases alusivas a su dueño o su procedencia.

 

En la tapa, la barquillera, tiene un círculo con varios números en dos filas rodeados de clavillos verticales. Tiene también una rueda que gira con una estornilleja que va tropezando con los clavos al girar. Al pasar se queda en un número.Después de tres tiradas se suman los números y salen los barquillos que te tocan.Había otros juegos como “la escontra”.“la inglesa” o jugar al “numero mayor o menor.

 

(de los libros de “Las cosas del Candelario”)

 

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