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El 14 de enero de 1934 Radio Santander, la decana y popular EAJ-32 La Voz de la Montaña, retransmitió por primera vez un partido de fútbol. Agustín FernándezLangarita fue la voz que navegó aquel día por las ondas. Se acababa de instalar en Santander la primera emisora radiofónica y el joven Agustín Fernández había venido de Oviedo para trabajar en ella, así que cuando llegó el partido Oviedo-Racing se ofreció inmediatamente a llevar a cabo aquella aventura. Y sobre la torre del antiguo estadio de Buenavista -destruida luego por la guerra-, Agustín Fernández retransmitió, micrófono en mano, el primer encuentro de fútbol que sobre el Racing se oía en Santander. El resultado fue de 3-1 a favor del Oviedo. El extraordinario delantero centro, Lángara, tuvo una de sus mejores tardes y fue el autor de los tres goles asturianos. El tanto racinguista lo marcó Efreín. La alineación del equipo cántabro estuvo formada por Pedrosa; Ceballos, Ilardia; Ibarra, Nando García, Hernández; Santi, Loredo, Efreín, Ruiz y Cisco. Y en aquel mismo partido los oyentes bautizaron a Agustín Fernández con el apodo con el que fue muy popular, tal y como él mismo señaló en el libro que sobre las Bodas de Oro del Racing se publicó en 1963: “Tanto cité a mi amigo, Isidro Lángara, que desde aquel día los amigos de Santander, a los que tanto había hablado de mi ídolo, me bautizaron deportivamente: Langarita”.
Langarita persiguió el fútbol con su voz, desplazándose durante más de treinta años con los jugadores del Racing a los mismos campos donde disputaban sus partidos. La radio se incorporó a los hogares montañeses como miembro familiar distinguido. Se le acomodó en el lugar principal de la casa y se le otorgó la autoridad soberana de la credibilidad. La frase “lo ha dicho la radio” significaba poner fin a cualquier discusión. Langarita extendió esa credibilidad al mundo del deporte. Con su micrófono convirtió los aparatos de lámparas y galenas en objetos valiosos y mágicos que contaban al instante lo que pasaba muy lejos. Langarita fue la voz del Racing, una voz sencilla, sana y amable que se entusiasmó con los éxitos y se decepcionó con los fracasos del equipo. Y también fue un innovador. Intentó dotar al mensaje radiofónico de mayor claridad para que los oyentes amontonados sobre un receptor comprendieran mejor lo que estaba pasando en el terreno de juego. Para ello, y en colaboración con El Diario Montañés, llevó a cabo la idea de retransmitir el partido apoyado en un gráfico que dividía el campo en dieciséis rectángulos numerados y que se publicaba en el periódico, experiencia que habían practicado algunos locutores argentinos. Uno de aquellos gráficos que anunciaba el partido Real Sociedad-Racing jugado el 21 de noviembre de 1948, llevaba el siguiente texto:
“He aquí los dieciséis cuadros en que se divide un campo de fútbol para que pueda servir de referencia a los radioyentes que escuchen la retransmisión de un partido…/… Bastará que se preste un poco de atención a Langarita al comienzo de la retransmisión para saber qué equipo ocupará la portería A y cuál la B. Conocidos estos datos, seguir las incidencias, dándose perfecta cuenta de en qué lugar se desarrollan las jugadas es cosa por demás sencilla. Y si se tiene, además, la curiosidad de escribir en el papel aparte las alineaciones de los equipos en posición de juego, la ilusión de la televisión es casi, casi, perfecta”.
Raúl Gómez Samperio / Contrameta